Estados Unidos, a falta de tres partidos para revalidar el oro olímpico de Pekín 2008, comienza hoy (22:15 horas) su esprint final con un choque en cuartos de final contra Australia, un equipo que ha encajado dos derrotas en la fase preliminar del baloncesto masculino.

Los estadounidenses llegan al encuentro siendo el único equipo que mantiene su condición de invicto en Londres 2012, en tanto que su rival oceánico cayó frente a España y Brasil. "Siempre he tenido un respeto increíble por la competitividad de todos los equipos australianos, particularmente en el baloncesto", dijo el técnico estadounidense, Krzyzewski. "Juegan con mucho corazón y están extremadamente bien entrenados", agregó.

El seleccionador estadounidense destacó especialmente el papel del base titular australiano, Patrick Mills, y alabó la defensa desplegada por su próximo rival en los partidos disputados hasta ahora. "Probablemente hacen una de las mejores defensas del campeonato. La coordinan con gran esfuerzo. Tienen un magnífico espíritu y mucho talento", declaró "Coach K", quien dijo que mantiene una buena amistad con el seleccionador australiano, Brett Brown, desde hace dos décadas.

Brown habló de "orgullo" para encarar este duelo. Sin miedo a la superioridad del basket estadounidense y con la experiencia de hombres como Joe Ingles y David Andersen. "Entendemos el nivel de talento al que nos medimos. Nuestra intención es jugar llenos de orgullo. Los jugadores están deseando salir ahí y usarán el partido para comprobar a qué nivel están", indicó.

El técnico comentó que la fortaleza de su rival reside en su capacidad para haber construido un equipo más allá de las tremendas individualidades que lo adornan. "Es lo que intimida más. Tienen un núcleo potente que lleva años con el mismo entrenador", sostuvo.

Por su parte, Mills comentó que partidos así son el ejemplo por el que un atleta acude a los Juegos. "De esto se trata. Estos partidos son para los que vives".