hungría 9

españa 10

Hungría(1+4+2+2): Bolonyai; Czigany (1), Szucs (2), Dravucz (2), Keszthely (1), Bujka (1), Menczinger (-) -equipo inicial-, Antal (2, 1p), Csabai (-), Kisteleki (-), Takacs (-), Toth (-) y Gangl (ps).

España(2+5+2+3): Laura Ester; Espar (4), Ortiz (-), Pareja (-), Maica García (1), Laura López (-) -equipo inicial-, Peña (2), Bach (-), Meseguer (1), Tarragó (2), Miranda (-) y Blas (-).

ÁrbitrosDreval (RUS) y Bervoets (NED).

IncidenciasSemifinal del torneo femenino de waterpolo, disputado en el Centro Acuático. Lleno.

La selección española de waterpolo, debutante en la competición, volvió a sorprender para clasificarse para la final tras derrotar a Hungría (9-10) y se jugará el oro frente a Estados Unidos.

El equipo de Miki Oca echó por tierra los principios de la experiencia y del saber estar en la alta competición. El triunfo de España es el del trabajo bien hecho y del aprovechamiento máximo de las facultades del equipo. Además, contó con el brillo especial que le dio al ataque Anni Espar.

La jugadora del CN Sabadell fue el alma del equipo, marcó cuatro goles, asistió con maestría, pero cuando fue eliminada a 6:30 para el final del equipo, España no se descompuso, buscó otras opciones y las encontró.

La duda estribaba en si a las jóvenes waterpolistas, a las "guerreras" como se gustan llamar, les pesaría la responsabilidad de jugar una semifinal olímpica. En un par de minutos la disiparon. Las dos primeras superioridades finalizaron con gol, uno de Espar y otro de Pili Peña, otra de las destacadas y que tampoco pudo completar el partido por una expulsión.

El despegue llegó en el segundo cuarto. Un gol de Roser Tarragó, en el último segundo de una posesión, cuando quedaban 1:30 para el final, puso el 3-7 en el marcador, pero Hungría reaccionó y volvió a recortar 5-7.

En el último cuarto, con 6-8 y sin Espar, a Maica García le anularon un gol por fuera de juego, pero la boya fue decisiva al marcar el 7-10. Las húngaras ya no tenían capacidad de respuesta, llegaron hasta el 8-10 (2:30). Entonces España jugó con maestría. Pausa y control. Miki Oca, desde la banda, marcaba el ritmo. El 9-10 húngaro llegó en el último suspiro, para entonces las "guerreras" ya estaban celebrando el pase a la final.