El incendio de La Gomera estaba ayer acotado y estabilizado, carecía de frentes activos de fuego y los recursos debían hacer frente a los numerosos puntos calientes existentes dentro del perímetro. Sin embargo, no se descarta que esa reducción considerable de la intensidad de las llamas apreciada desde el pasado martes se vea alterada con la llegada de las altas temperaturas.

Hoy está previsto que el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, mantenga una reunión con los alcaldes de los municipios afectados por el fuego, Alajeró, Vallehermoso, Hermigua y San Sebastián, así como con técnicos para evaluar los daños registrados y empezar a establecer medidas para paliar los efectos negativos de las llamas. Un equipo de quince especialistas integrado por ingenieros agrónomos y de caminos, peritos agrícolas, aparejadores y arquitectos evaluará a partir de hoy las pérdidas.

Curbelo señaló ayer que el incendio pasó del nivel dos al uno, lo que significa que la administración insular asume la dirección del control y extinción del fuego; una tarea que hasta la mañana de ayer correspondía al Gobierno canario.

Los medios terrestres y aéreos continuaban trabajando en el Parque Nacional de Garajonay y los barrancos de La Laja y Erque. Desde primeras horas de la mañana participaron en la extinción del fuego un hidroavión y tres helicópteros.

Curbelo aseguró ayer que La Gomera ha registrado en lo que va del verano más de 20 incendios y conatos.

El alcalde de Vallehermoso, Jaime Noda, comentó que ayer existía "una sensación de mucha más seguridad". El regidor indicó que aún no se podía circular por varios de los enclaves afectados por el fuego en su municipio, ya que dos de las carreteras permanecían cortadas, desde Chipude hasta Igualero, y desde Igualero a Pajaritos. El inventario de daños materiales y de las cabezas de ganado perdidas tras el paso de las llamas empezará hoy en todo el municipio de Vallehermoso, según señaló Jaime Noda. El alcalde de Vallehermoso comentó que ahora, para afrontar la reconstrucción y reposición de bienes esperan recibir ayudas económicas, tanto del Ejecutivo autónomo como del Gobierno del Estado.

Una treintena de viviendas rurales de los caseríos afectados por el fuego han sufrido daños, aunque con diversa gravedad.