El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, indicó, en relación a la posible prórroga de la ayuda de 400 euros a parados de larga duración, que el Gobierno no se pronunciará hasta que finalice dicho programa, el día 15 de este mes. Alonso ha dicho que el Ejecutivo "no decide nada", sino que el programa mencionado "finaliza" en unos días y será a partir de ese momento cuando se pronuncie al respecto. El dirigente "popular" ha subrayado que la situación es que hay "casi seis millones de parados" en España y que hay que "procurar que tengan un empleo". Al Gobierno anterior del PSOE le ha reprochado el haber destruido "tres millones y medio" de puestos de trabajo en los últimos siete años. Con este panorama, es "evidente" que no hay empleo, observando que "es muy duro para las personas tener que vivir del subsidio". Por ello, el trabajo del Ejecutivo del PP es "darle la vuelta a la situación, garantizar la cobertura de las personas, pero buscarles un empleo". PSOE y sindicatos Los sindicatos CCOO y UGT y el PSOE se reunieron ayer para preparar estrategias dirigidas a que el Gobierno prorrogue el plan PREPARA, que contempla la ayuda de 400 euros a los desempleados que hayan perdido la prestación o el subsidio. En una rueda de prensa conjunta, el secretario de Relaciones Institucionales del PSOE, Antonio Hernando, dijo que se trata de una prestación "fundamental" para cientos de miles de familias y que el partido comparte con los sindicatos la necesidad de que el Gobierno prorrogue esta ayuda más allá del 15 de agosto, así como las "acciones" que sean necesarias para conseguirlo. El secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, señaló que la prórroga de la ayuda es "indispensable" y que si no se hace los sindicatos interpretarían que el gobierno "ha perdido toda sensibilidad social" y hace con los más débiles "lo que no es capaz de hacer con los poderosos". Para el secretario de política internacional de UGT, Manuel Bonmati, es "inadmisible" que el Gobierno pueda "siquiera plantearse" la continuidad de esta ayuda que si se suprime afectará a 600.000 personas de aquí a final de año, en un contexto en el que un millón de familias no tiene ningún ingreso, por lo que podría convertirse en una "bomba de relojería". Aunque los sindicatos no se plantean de momento una huelga general, sí intensificarán las movilizaciones.