La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife informó ayer de que la sentencia del Tribunal Supremo (TS) en la que se ratifica la protección cautelar de los sebadales afectados por la construcción del puerto de Granadilla de Abona no tiene efectos prácticos, por lo que la obras siguen "sin novedad".

La suspensión cautelar dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y ratificada por el Supremo se refería a una orden de 2009 de la Consejería de Medio Ambiente que excluía del Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias a la población de seba en el litoral.

Pero esa orden ya no estaba en vigor desde la aprobación por ley al año siguiente del nuevo Catálogo de Especies Protegidas, en la que se rebajaba la protección de la seba, lo que permitió el inicio de las obras, según fuentes de la Autoridad Portuaria.

Las obras se ejecutan al amparo de la ley y esta sentencia se refiere a una orden que ya no estaba en vigor, de manera que no incide en el proyecto, indicaron las fuentes.

Por su parte, el colectivo denunciante reconoció que no paralizará la construcción porque la justicia va más despacio que "los chanchullos políticos". "La sentencia nos da la razón y servirá de argumento en todos los procesos judiciales que siguen abiertos" contra la construcción del puerto y contra la desprotección de los sebadales, pero, en principio, parece que no conduce a la paralización de las obras, dijo Noelia Sánchez, para quien "algún día, algún tribunal nos dará la razón, pero puede que el sebadal esté ya sepultado por el cemento".