La designación de Paul Ryan como candidato a vicepresidente ha inyectado energía a la gira del aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, por varios estados de EEUU, mientras los demócratas alertaron ayer de que el congresista es un "ideólogo derechista".

Tras aparecer juntos en tres actos en Virginia el sábado, inmediatamente después de que Romney anunciara a su número dos, ayer continuaron de gira en Carolina del Norte y en Wisconsin, el estado natal de Ryan, cuya juventud (42 años) parece haber dado confianza a Romney, a quien se ve más suelto en los mítines, y también a los simpatizantes.

En las 24 horas siguientes al anuncio de la candidatura a vicepresidente de Ryan se recaudaron más de 3,5 millones de dólares.

Ryan afirmó que la elección del 6 de noviembre es "entre dos futuros" y que él y Romney tienen la fórmula para "devolver al país al camino correcto" tras la esperanza frustrada que representa Obama.