La Policía Local, tanto del servicio específico de Anaga como de la Unipol; los agentes forestales de la Unidad de Montes y los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil controlan los accesos a Anaga. Las altas temperaturas son el motivo de ello. Ayer comenzó la sexta ola de calor en Canarias, por lo que los riesgos de incendio u otros incidentes se incrementan.

Los efectivos están compuestos por 9 agentes en 4 vehículos y realizan controles móviles durante todo el día.

"El calor se soporta, aunque por la tarde es cuando más refresca", comenta una mujer a la entrada de Las Mercedes, en el mirador de Jardina. Muchos visitantes, pese al calor se acercan a este enclave natural. Según algunos turistas que llegan desde la Península, la Policía Local les realizó un control. Los agentes recogieron sus datos, comprobaron su identidad y dénde se hospedaban, además de tomar el número de matrícula de su vehículo. "La policía nos explicó el control que se estaba realizando debido a las altas temperaturas y el riesgo de incendio. Tomamos precauciones, utilizamos protección solar, gorras y bebemos mucha agua", dice el turista.

"En la Cruz del Carmen se ha notado un descenso del número de personas que visitan este lugar para senderistas debido al calor. La afluencia de policías locales y nacionales ha aumentado", según comenta una fuente hostelera de la zona. A juicio de los turistas, el calor no es un problema para realizar una visita o hacer senderismo por la zona y les parece positivo que se realicen controles después de los hechos acaecidos en El Tanque, Los Silos, Los Realejos, La Orotava, El Rosario y Vilaflor.

Alerta amarilla

Desde la Agencia Estatal de Meteorología se ha alertado de que, desde ayer, hasta el próximo jueves, las temperaturas rondarán los 34 grados e irán en aumento con el paso de los días, por ello se ha activado el aviso amarillo.

Los Agentes de Medio Ambiente no participan en este control puesto en marcha de forma coordinada entre Santa Cruz, La Laguna y Tegueste.

Entre sus otras labores, Medio Ambiente se encarga de comprobar que no se produce ningún conato de incendio, ya que el riesgo en este momento es mayor y la zona cuenta con una extensión de 14.419 hectáreas.

"Me realizaron un control a la entrada. No están escondidos, de hecho no van de paisano y se encontraban en una parada de guaguas. Me identifiqué como agente forestal y me dejaron pasar", aclara un empleado del Centro de Coordinación Medioambiental.