A los directivos de la empresa de transporte público en guagua Titsa no se les aplica el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) pactado por la compañía del Cabildo con el comité de empresa el 9 de mayo pasado, documento que comenzó a aplicarse en junio. De hecho, mientras que cada trabajador de la plantilla está ya cumpliendo con los 22 días que deben estar en situación de desempleado, los cargos directivos no se han visto afectadas por esta medida.

Desde el comité de empresa se explicó ayer que "el compromiso" adquirido por los dirigentes de Titsa era que el equivalente económico de esos 22 días de paro "se los restarán de sus salarios". Sin embargo, esta situación está generando cierta controversia entre los trabajadores.

Y más cuando las consecuencias del ERTE no son las mismas para toda la plantilla. En el caso del personal adscrito a talleres y a la administración, han visto mermada su jornada laboral un 10%, con lo que se cumple el pacto alcanzado en mayo. Pero se da la circunstancia de que este grupo de empleados estará en situación de desempleado 36 días, en lugar de los 22 de sus compañeros.

La solución que busca el comité de empresa a esta desigualdad es proponer a Titsa que a esta parte de la plantilla de la compañía se le dé por concluida la aplicación del ERTE mucho antes que al resto de los trabajadores.

Eso sí, además de los recortes contemplados en el expediente de regulación temporal de empleo, la plantilla de Titsa también está afectada por la supresión de la paga extraordinaria de Navidad impuesta por el Gobierno central a los empleados públicos.

Respecto a los incentivos, se mantienen aquellos con los que ya contaban los trabajadores con anterioridad a la aplicación del ERTE. El único aspecto suspendido por un periodo de cuatro años es el plus de productividad.

En todo caso, los responsables de la gestión del Titsa han dicho reiteradamente que no se pretende su privatización.