Los incendios forestales han dado una tregua a los montes de las Islas esta última semana, pero los registrados, algunos de ellos graves, a lo largo de este verano (han puesto de manifiesto) que los recursos económicos destinados por el Gobierno de Canarias para prevención y extinción de fuegos en la naturaleza han mermado en los últimos años de manera alarmante.

Sin distinción del color político del Gobierno de turno, aunque con el de Coalición Canaria (CC) en todos ellos, las partidas incluidas en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma han caído a la misma velocidad que el fuego ha arrasado miles de hectáreas en tres islas, principalmente: Tenerife, La Palma y La Gomera.

Es verdad que el recorte ha coincidido con los años más duros de la crisis económica, que también se ha llevado por delante otros servicios, y que los cabildos insulares también tienen competencias en la materia, pero también es cierto, y en los últimos días se han escuchado voces críticas al respecto, que unas islas en las que la masa arbórea forma parte de su principal atractivo merecen un tratamiento diferenciado por parte del Ejecutivo.

Por poner un ilustrativo ejemplo, solo entre 2011 y 2012, el programa "Medio natural", que contempla las cuestiones relativas a la conservación de la naturaleza, cayó algo más de 2,3 millones de euros, esto es, un 26,22%.

Pero esto fue solo en el último ejercicio. Si se toma como referencia el año 2008, justo el año después de los dos grandes incendios que calcinaron cerca de 20.000 hectáreas en Gran Canaria y Tenerife, y con CC y PP al frente del Ejecutivo canario, el recorte es brutal.

Por precisar, el citado programa recuerda que el Gobierno de Canarias, pese al traspaso de transferencias de funciones a los cabildos insulares, "mantiene la responsabilidad y competencias" en planificación en materia de "conservación de la naturaleza", que, entre otros aspectos, se refiere a la "planificación preventiva en incendios forestales", amén del "desarrollo y seguimiento" del Plan Forestal.

Mientras que hasta ese año 2008 el dinero destinado a prevención y extinción, entre otros conceptos recogidos en el citado programa, crecía cada año, a partir de 2008 la caída ha sido continua.

Así, los 14,6 millones del año 2006 pasaron a 21,9 en 2007 y a 31,5 un año después. Pero hasta aquí llegó el aumento. En 2009, la reducción fue de 6,9 millones -de 31,5 se pasó a 24,5-, mientras que en 2010 el programa "Medio natural" quedó cerrado con 17,3 millones.

El recorte continuó un año después, en 2011, en el que el citado programa quedó "solo" con algo más de nueve millones de euros. La caída se completó este ejercicio presupuestario, en el que el Gobierno de Canarias, ya con el PSOE formando parte de él, destinó al amplio concepto de conservación de la naturaleza 6,6 millones de euros.

En este sentido, las fuentes del Gobierno consultadas por este periódico justifican la reducción sistemática en estas partidas presupuestarias por la crisis, que también ha obligado a recortar en otros departamentos y programas.

Y si el recorte en prevención y extinción de incendios en el ámbito regional ha experimentado un drástico recorte, no se puede hablar en los mismos términos de este concepto en lo que a los parques nacionales se refiere, unas áreas cuyas competencias son también del Gobierno canario desde el año 2010. O eso es lo que argumentan desde el Ejecutivo. Así, y aunque no aparece una partida específica en el documento económico aprobado por el Parlamento en diciembre de 2011, las fuentes consultadas aseguran que para 2012 se destinaron algo más de dos millones de euros, una cantidad similar a la del año anterior. De ellos, 800.000 se desviaron al Parque Nacional del Teide, en Tenerife, algo más de 530.000 euros se asignaron al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, en La Palma, y otros 707.483 le correspondieron al Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera.

En cualquier caso, y por precisar, el programa presupuestario "Parque Nacionales", que figura en las cuentas autonómicas de 2012, solo habla de "llevar a cabo medidas de protección contra incendios" en el caso del Garajonay -en la imagen-. Y, precisamente, ha sido este último parque el que ha sufrido, hasta ahora, las peores consecuencias del fuego -en el Teide se quemaron unas cuantas hectáreas en julio-, pues un incendio que aún no ha sido extinguido ha calcinado una buena parte de su extensión.