Las bacterias en el suelo y las que enferman a los humanos intercambian rápidamente genes con resistencia a múltiples medicamentos y contribuyen a la creciente ineficacia de los antibióticos, según un artículo que publicó ayer la revista Science.

El equipo lo encabezó Kevin Forsberg, del Centro para Ciencias del Genoma y Biología de sistemas en la Escuela de Medicina de la Universidad Washington. Las conclusiones podrían modificar el enfoque que prevalece acerca de la resistencia de las bacterias a los antibióticos y las formas de combatirla.

El suelo es uno de los hábitat más grandes y diversos en el planeta, y "sus microbios representan uno de los antiguos orígenes evolucionarios de la resistencia a los antibióticos". Esos microbios se han señalado como "un reservorio de genes de resistencia disponibles para el intercambio con los patógenos clínicos".

"La continua evolución y la amplia propagación de genes de resistencia a los antibióticos en los patógenos humanos es un problema clínico de la mayor importancia", explicaron los autores.