Son nada menos que veinte años al frente del timón de un proyecto con el que Bodegas Miguel Torres intuyó una panorámica impresionante en las Islas e inició un proyecto en el que la calidad vitivinícola constituía un marchamo incontestable a la hora de catar una copa de vino.

Hoy en día, el arraigo de la firma catalana en el Archipiélago es incontestable gracias al trabajo serio de Vicente Peñalver Paris y de su equipo, que han sabido interpretar a las mil maravillas las características de un territorio fragmentado por las aguas y una forma de entender la vinicultura de los isleños, cómo no, vinculada a las distintas vertientes de la gastronomía tradicional o de vanguardia.

Alejandro Feu, profesional experimentado en mil batallas y que llega de "Bodegas", asume el reto y el relevo que en tan alta cota ha dejado Peñalver. Es un cambio de ciclo que, de antemano, se presenta como la continuidad de un proyecto en constante evolución y que mantiene en el tiempo la apuesta que Miguel Agustín Torres hizo hace años por Canarias.

En este cambio de ciclo, ambos máximos responsables, saliente y entrante, coinciden en situar su labor en consolidar el arraigo de la firma en las Islas, con una vocación importante relacionada con la gastronomía de las Islas.

La labor de Vicente Peñalver queda refrendada por una seriedad y una especial atención en la calidad de la gastronomía, algo que Alejandro Feu, por vocación a lo largo de sus diversos cometidos en la prestigiosa empresa familiar, va a seguir mimando, tal y como pudo constatarse en un encuentro con periodistas tinerfeños en el hotel Iberostar Mencey de Santa Cruz. Feu hizo hincapié en que, basado en el trabajo efectuado por Peñalver, las Bodegas Agustín Torres seguirán comprometidas en una consolidación de la relación de los clientes y, por otro lado, el gusto por la integración y arraigo de la firma en la sociedad tinerfeña y canaria. Esto significa, según el que asume la máxima responsabilidad de la firma en la comunidad canaria, mantener y consolidar el potencial de la comunidad canaria en su apuesta vitícola y gastronómica, como un aparte equiparable a países como Suecia o China.