El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife no ha ingresado dinero nunca por la colocación de vallas publicitarias, por lo que este negocio no ha repercutido en las arcas públicas . De hecho, aún no tiene en vigor una normativa que regule esta actividad. Eso sí, el Consejo Rector de la Gerencia de Urbanismo aprobó, el día 12 de julio pasado, la ordenanza de Paisaje Urbano, a través de la que se establecen las pautas que permiten normalizar el emplazamiento de estos elementos. Está previsto que el Pleno de la Corporación municipal le dé el visto bueno a dicha ordenanza durante la sesión ordinaria a celebrar el próximo día 28.

"Lo actual no se puede legalizar, está en una situación de alegalidad", aseguró el concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, quien añadió que "nadie ha pedido autorización para nada".

Con ese antecedente, el gobierno municipal tiene medio centenar de expedientes abiertos, de los que en torno a una veintena pretenden la recuperación de los espacios públicos que están ocupados por estas vallas publicitarias.

Santa Cruz es uno de los municipios que más vallas publicitarias exhiben en el entorno de sus vías y en las inmediaciones de recintos públicos. El hecho de que el ayuntamiento no haya percibido "nunca" dinero alguno por este concepto es una de las cuestiones que pretende corregir el gobierno local con la aprobación próxima de la ordenanza de Paisaje Urbano, en la que dedica tres páginas a exponer la normativa aplicable.

Entre sus pautas está la prohibición de ubicar vallas publicitarias en suelo rústico, pero autorizarlas en suelo urbano, excepto en los espacios afectados por la Ley de Carreteras de Canarias, que se estará a lo que se disponga en dicha normativa. Fuera de ese ámbito, se admitirá la actividad publicitaria en solares o terrenos que deriven de una demolición previa, creando vacíos en la ciudad, siempre que se otorgue autorización de ocupación temporal del solar. En el resto de los casos, es decir, solares o terrenos procedentes de un nuevo desarrollo urbano donde nunca se ha edificado, se autorizarán. Además, en tanto no se ejecuten los espacios públicos, equipamientos y dotaciones públicas previstos en el planeamiento, se admitirá la colocación de vallas publicitarias.

La Laguna, mucho peor

En el caso de La Laguna, la situación es aún peor. De momento, tampoco tiene normativa reguladora alguna de esta actividad ni ha iniciado los trámites para su elaboración, según informaron fuentes municipales. De hecho, esta corporación tampoco ha recibido dinero por la colocación de las vallas publicitarias.

La causa de que el consistorio no obtenga recursos económicos de esta actividad es, según las mismas fuentes, "que esas vallas están colocadas en solares de titularidad privada mediante acuerdos entre las empresas y los propietarios de esos terrenos". De hecho, el gobierno municipal lagunero "solo podría gravar aquellos elementos que estuvieran emplazados en suelo público, pero no es el caso porque todas las vallas están en superficies de particulares". Eso sí, "al borde de carreteras".

Con este panorama, el ayuntamiento no tiene abierto expediente alguno a las empresas con vallas publicitarias en uso.