Pilotos y controladores han pedido a la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) que actúe para que las compañías operen con todas las garantías de seguridad y han acusado a Ryanair de "competencias desleal" y de aprovechar los huecos legales para obtener ventajas fiscales, laborales y operativas.

En declaraciones a Efe, el Decano del COPAC, Luis Lacasa Heydt, ha manifestado que la situación de Ryanair en España es atípica, ya que tiene muchas más bases que en otros países europeos "que protegen su industria" y ha denunciado que "se les ha permitido operar sin ningún tipo de supervisión".

"También se les permite hacer trampas laborales, fiscales y se han aprovechado de ayudas estatales disfrazadas de publicidad o contratos", que están prohibidas en la Unión Europea" ha asegurado Lacasa, mientras recordaba que el COPAC lleva años denunciando a Ryanair ante la autoridad aeronáutica por distintos motivos.

El Colegio de Pilotos ha denunciado la política de la compañía sobre la carga de combustible, la situación laboral y fiscal de sus empleados y la falta de capacidad que tienen sus pilotos para tomar decisiones.

Tras la polémica abierta este verano por varios incidentes protagonizados por la compañía en aeropuertos españoles, el responsable de los pilotos ha manifestado que "deja dudas sobre la capacidad real de la supervisión de la autoridad aeronáutica".

Lacasa ha pedido que se hagan públicas las sanciones que se imponen a los operadores para corregir actitudes, al igual que demanda desde el sindicato de controladores USCA, su presidente Miguel Ángel Serra, que manifiesta que los incidentes registrados este verano con Ryanair ponen en evidencia que ha habido "situaciones no deseables".

"AESA tiene que tomar decisiones y dar un paso al frente y comunicar a los pasajeros que hay garantías para la seguridad", ha manifestado Serra, mientras aseguraba que "una emergencia por falta de combustible nunca debería ocurrir".

El controlador ha destacado que sus compañeros de Valencia pasaron "grandes apuros" para que el pasado 26 de julio pudieran aterrizar "tres Ryanair que no pudieron tomar en Madrid y un avión de Lan Chile con un motor parado".

"Una emergencia es una situación muy estresante para el piloto y el controlador que puede acabar con una toma razonable o con una interferencia sobre el aeropuerto", destacó Serra, quien criticó que la compañía irlandesa "haya vendido esa situación como algo normal, cuando no es así".