La juez del Tribunal Superior de Justicia de Canarias Carla Bellini, instructora del caso de Las Teresitas, defendió ayer en el Supremo la "legalidad y proporcionalidad" de su decisión de autorizar la grabación de un encuentro "vis a vis" entre el presunto testaferro de la trama investigada y una presa de Tenerife.

Bellini declaró ayer ante el magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Maza, que investiga la querella contra la juez por delitos de prevaricación y contra las garantías de la intimidad interpuesta por Felipe Manuel Armas Jerónimo, socio de la empresa que vendió al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife los terrenos colindantes a la playa de Las Teresitas.

En su comparecencia, en la que estuvo asistida por su abogado José Antonio Choclán, la magistrada explicó que acordó la intervención de ese encuentro ante los indicios que pesaban contra Armas.

Choclán es el defensor del presunto cerebro de la trama Gürtel Francisco Correa y uno de los abogados que acusaron al juez Baltasar Garzón de los delitos de prevaricación y contra las garantías constitucionales por autorizar la intervención de las comunicaciones en prisión entre los imputados en ese caso y sus abogados.

Por esa causa, el Supremo condenó a Garzón a 11 años de inhabilitación, pero según explicó Choclán a Efe "nada tiene que ver" ese caso con el de Bellini, porque lo que ella hizo fue autorizar la intervención de las comunicaciones entre dos personas, a lo que le asiste la ley, y en ningún momento "se ha limitado el derecho de defensa".

El abogado pronosticó además que el fiscal del Tribunal Supremo Miguel Ángel Torres instará el archivo de la causa abierta a Bellini porque en su día se opuso a la admisión de la querella.