Amenazas, palabras duras, provocaciones y peso correcto fue lo que ofrecieron el campeón mexicano Julio César Chávez, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y el aspirante argentino Sergio "Maravilla" Martínez, en el acto de pesaje.

El último acto público que realizaron los dos púgiles, antes que el sábado suban al cuadrilátero, volvió a dejar la imagen de dos deportistas enfrascados en "amenazas" verbales que la pelea va a ser destructiva para ambos.

Antes que subiesen ambos púgiles a la báscula, instalada en el Hotel Wynn, de Las Vegas (Nevada) y el primero en hacerlo fue Martínez, el ambiente ya estuvo caldeado con la presencia de los seguidores que daban su apoyo al púgil argentino y los que lo hicieron por Chávez Jr.

Martínez se encargó de dirigirse a sus seguidores y hacerles gestos con los brazos que mostrasen su entusiasmo como anticipo de lo que va a hacer en la pelea.

Mientras que de parte de los seguidores de Chávez Jr. recibió "epítetos" y "palabras" poco amigables, algo que para nada intimidó a Martínez, que sin perder nunca la sonrisa, fue el primero en subir a la báscula para luego hacerlo el campeón mexicano.

Como se esperaba, el pesaje no generó ninguna sorpresa, al dejar a Chávez Jr., de 26 años, con 158 libras (71,7 kilogramos), y a Martínez con 159 (72,2 kilogramos) para demostrar que ambos han realizado una gran preparación.

Después cuando llegó el ritual obligatorio de ponerse ambos púgiles frente a frente para la foto, de inmediato comenzaron a intercambiarse palabras, que salían más rápidas de la boca de Martínez, hasta que ambos fueron separados.

"Le dije que sería la guerra, que le iba a destrozar y a ganar", declaró posteriormente Martínez, de 37 años. "Me motiva pegarle desde el inicio, hacerle daño y recuperar el título que me pertenece".

Martínez dijo que Argentina debía sentirse orgullosa porque será más Argentina que nunca y el darle la victoria le motivaba de una manera especial.

"Por todos los argentinos voy a ganar, a golpearlo constantemente y no defraudaré a nadie", subrayó Martínez. "La hora de la verdad está a punto de llegar y aunque hable así estoy más en control de mis emociones que nunca, lo que sucede es que también siento una gran motivación".

Las apuestas siguen estando 2-1 del lado de Martínez (49-2-2, 28 triunfos por la vía del nocáut), pero es algo, que al igual que las palabras y los gestos del púgil argentino, no le afecta para nada a Chávez Jr.

"Le dije que pensase que le iba a ganar, a sufrir su peor derrota", declaró Chávez Jr. sobre el intercambio dialéctico que mantuvo con Martínez.

Chávez Jr., de 26 años, (46-0-1-1, 32 victorias por la vía rápida), adelantó que estaba muy bien preparado y que a todos los mexicanos que lo apoyaban les daría una gran alegría".

"Seré más campeón que nunca, haré mi mejor boxeo y tendremos una celebración del 15 de septiembre más feliz que nunca", declaró Chávez Jr., quien reiteró que a partir del sábado será el mejor campeón del mundo del peso medio.

Chávez Jr. dijo que para ganar a Martínez lo único que tenía que hacer era ir asalto por asalto para mostrar lo superior que es con su boxeo y al final se vería al verdadero campeón.

"Con las palabras no se ganan peleas sino con los guantes y la clase boxística y eso será lo que suceda el sábado ante Martínez", agregó Chávez Jr.