El presidente nacional del PNC, Juan Manuel García Ramos, aseguró ayer que su partido tiene "un pacto de legislatura con CC y CCN y seremos respetuosos con lo firmado hasta el final de ese periodo. Para nosotros, la palabra dada y firmada es sagrada". Teniendo en cuenta las diferencias habidas, explicó: "Sabemos que en CC hay gente que no cree en el nacionalismo, sino que usa esa ideología para promocionarse a sí mismos y a sus allegados. Pero en el PNC respetamos mucho a las bases de CC y a gran parte de su clase dirigente". Dicho esto, García Ramos aludió a que "la independencia de Canarias es el objetivo de nuestra nación, pero, eso sí, con el respaldo de nuestro pueblo, no de espaldas a él. Cuando obtengamos ese respaldo mayoritario, el PNC será la primera organización política que estará al frente de ese movimiento. Canarias no tiene nada que ver ni geográfica, ni económica, ni socialmente con el resto de las comunidades autónomas españolas. Somos una nación atlántica que ha de buscar y que ha de luchar por su propio futuro en diálogo con todos los pueblos del planeta".

A su juicio, el Estatuto de Autonomía y el Reglamento 1911/1991, Posei y artículos del Tratado de Lisboa "son contratos vigentes, pero revisables" de Canarias con España y Europa. "Aunque hasta ayer mismo esos contratos nos han permitido desarrollarnos, hoy día nos conducen a ser un pueblo en continuo retroceso".

Ante la crisis actual, manifestó que "las generaciones que hoy gobiernan Canarias no pueden permitirse enviar a la emigración a la juventud más preparada que hemos tenido a lo largo de nuestra historia". Abundando en la formación, señaló que "las universidades canarias se debaten hoy entre las idioteces burocráticas del Plan Bolonia, implantado a coste cero y menos cero de financiación, y la anestesia pedagógica de las tecnologías aplicadas a las Humanidades. Es decir: la nada. Aunque, a pesar de estas rémoras, hay una gran mayoría de profesores y de investigadores que sigue trabajando con seriedad y rigor".

En su análisis, expuso que "sin consumo y sin crédito fluido a los emprendedores, la sociedad de mercado no saldrá nunca adelante y las directrices europeas nos están condenando a una situación insostenible".

Asimismo, es partidario de "pedir responsabilidades a los que han permitido que las Cajas de Ahorros de Canarias hayan sido absorbidas por la banca española".

Finalmente, dejó claro que, "aunque suene a idea demasiado sobada, la unidad nacionalista es un mandato de la refundación del PNC en 1982 y seguiremos trabajando por ella hasta agotar nuestra capacidad de negociación y de resistencia. Sin esa Unidad, el nacionalismo canario no irá a ninguna parte".