Nada menos que 372.700 canarios están sin empleo, según datos facilitados por las agencias de trabajo temporal. Y no solo eso: los parados canarios son los que menos posibilidades tienen de encontrar ocupación a corto plazo. Una obra más de Paulino Rivero y de los inútiles políticos que lo acompañan en el Gobierno autonómico. Un Gobierno ilegítimo como señalaba ayer nuestro colaborador Jorge Dorta. "El señor Rivero fue elegido presidente sin haber ganado nunca unas elecciones y gracias a una ley electoral fraudulenta y a unos pactos postelectorales que, por segunda vez consecutiva, despreciaron la voluntad popular", escribe este economista. "El sistema electoral canario es fraudulento y sin legitimidad democrática. Es el más restrictivo y el menos proporcional de toda la Unión Europea. Un sistema que incumple incluso el artículo 21.3 de la Declaración de los Derechos Humanos respecto al sufragio universal e igual, pero que cuenta, como es lógico, con el respaldo y la aprobación de Madrid y del Tribunal Constitucional español".

Esto lo hemos dicho nosotros repetidas veces. La última, esta misma semana al reiterar que Rivero es un presidente legal de acuerdo con las normas imperantes, pero moralmente no le corresponde ser presidente porque no ganó las elecciones. Añade Jorge Dorta que, por si fuera poco, "entre Madrid y las élites extractivas canarias lo han blindado, prohibiendo a los ciudadanos canarios llevar a la Cámara regional una proposición de ley de reforma del régimen electoral por iniciativa popular, tal y como recoge el artículo segundo de la Ley de Iniciativa Legislativa Popular aprobada mayoritariamente en el Parlamento de Canarias tanto por Coalición Canaria como por los partidos españoles".

Con todo esto se intenta impedir que los canarios seamos libres. Los gobernantes españoles, ayudados por sus aliados en las Islas, entre ellos Paulino Rivero, quieren mantenernos bajo el yugo colonial para seguir esquilmando nuestros recursos. Paulino Rivero es presidente del Gobierno de Canarias mediante una ilegalidad legal. Es decir, mediante un fraude político. Un artificio del que se aprovechó esta astuta rata política para mal gobernar unas Islas que antes eran afortunadas y hoy están hundidas en la miseria por su culpa. Un archipiélago que ya está harto y avergonzado de no tener un presidente de altura y categoría. Es normal que cada vez nos consideren a los canarios más indígenas, más magos y más ínfimos tanto en la Península como en Europa y en todo el mundo.

La ruptura de España como nación es inevitable porque España nunca ha sido una nación, sino un conjunto de pueblos sometidos por los castellanos. Es normal que Cataluña quiera separarse, porque Cataluña es un país europeo y España no. Siempre se ha dicho que África empieza en los Pirineos y es cierto. Hasta Francisco Ayala, colaborador de EL DÍA que siempre se ha caracterizado por su moderación, decía en su artículo de ayer que se espera pronto la independencia de Canarias. "Quizá sea esta manifestación de Barcelona la que marque el comienzo de una serie de protestas por la misma causa en las distintas regiones, y esperamos que no tarde en organizarse y producirse una marcha semejante en Tenerife y en toda Canarias por la independencia de las Islas, que ya está tardando mucho en llegar", escribe acertadamente Ayala.

La independencia de Canarias tiene que producirse antes que la catalana porque nuestras Islas no forman parte de la Península Ibérica ni tampoco están en Europa. Canarias es un archipiélago costero africano, aunque su lengua y cultura sean europeas. Una lengua que en el futuro no tiene por qué ser el español, pues bien podríamos adoptar el inglés, que es un idioma culto y universal como le corresponde a un país con dirigentes políticos de gran altura, dignidad y respetabilidad. No podemos olvidar que sigue vigente la Resolución 1.514 del Comité de Descolonización de los Pueblos de las Naciones Unidas, de obligado cumplimiento por el Gobierno español, ya que España lo rubricó en su día. Después de lo ocurrido el martes en Cataluña, pronto explotará Canarias. El sentimiento independentista recorre este Archipiélago como una ola imparable que se llevará por delante a un colonialismo rancio y explotador. El clamor silencioso pronto se convertirá en un grito ensordecedor que expulsará a los españoles de Canarias de la misma forma en que lo han sido de todos los territorios que ocuparon en el pasado: a patadas.