El Consejo de Ministros aprobó ayer un anteproyecto de ley con medidas fiscales para poner fin en 2013 a la generación del déficit de tarifa eléctrica que contempla la creación de siete tasas o impuestos, y que prevé recaudar unos 2.734 millones de euros netos.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó que el objetivo es lograr un sistema eléctrico "solvente y sostenible" y acabar con el actual "agujero, que ascendía a 24.000 millones de euros el pasado dciembre, dejado por anteriores ejecutivos que, además, si no se hiciera nada crecería unos 5.000 millones al año en los próximos ejercicios.

Sáenz de Santamaría subrayó que el propósito del Ejecutivo es no trasladar al consumidor todo el peso de esta deuda, ya que de hacerlo habría que subir el recibo de la luz una media del 43%.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, detalló que el impuesto que más recaudación generará será el que gravará con un 6% cada megavatio de energía que se venda, independiente de cómo haya sido producido. Este nuevo gravamen tendrá un impacto de 571,7 millones en las compañías que operan en el régimen ordinario (nuclear, hidráulica, ciclos combinados, carbón, etcétera) y de 688 millones para las del régimen especial (renovables y cogeneración).

También se impondrá el conocido como "céntimo verde" al gas natural, medida con la que se estima recaudar unos 804 millones de euros a razón de 2,79 céntimos por metro cúbico de gas; así como sobre la producción de energía eléctrica con carbón, a la que se impondrá una tasa de 14,97 euros por tonelada de mineral para ingresar 268 millones.

El céntimo verde también recaerá sobre la producción con fueloil y gasóleo, tasas mediante las que se recaudarán 38 millones.

Además, habrá dos impuestos nucleares. Uno gravará la generación de residuos radiactivos y recaudará 2.190 euros por kilo de metal pesado producido -según la reseña del Consejo, "para este cálculo se ha eliminado a la central nuclear de Garoña"- y con él se prevé ingresar 269,6 millones durante los próximos tres años.

El otro impuesto afectará al almacenamiento de residuos y estará destinado a agrupar los gravámenes ya existentes en determinadas autonomías, por lo que no supondrá ningún ingreso adicional.

También se impondrá una tasa a las centrales hidráulicas que gravará el uso de aguas continentales para la generación de energía eléctrica, con el que se recaudarán unos 304,2 millones.

"El objetivo es lograr ingresos adicionales para hacer desaparecer el déficit y lograr la sostenibilidad del sistema, insistió, según informó Efe, Soria. El ministro apuntó que a estas medidas fiscales se sumarán otras, como por ejemplo rebajar el umbral de acceso a la tarifa regulada, al que actualmente solo pueden acogerse los usuarios con potencias contratadas de 10 kilovatios o menos, una cifra que podría reducirse a la mitad o incluso por debajo.

Otra novedad es que el Tesoros asumirá la amortización de los intereses correspondientes a la titulización del déficit de tarifa acumulado hasta 2011, y que ahora representan un "coste adicional" de unos 2.100 ó 2.200 millones al año. El objetivo es que las variaciones del recibo de la luz "no tengan nada que ver con un acto discrecional" del Gobierno y que si la electricidad sube sea sólo debido al encarecimiento de la energía y no para cubrir el déficit de tarifa, explicó Soria.