El Banco Mundial ha alertado del "impactante" desafío que supone el elevado desempleo juvenil en todo el mundo y ha asegurado que es necesario crear 600 millones de puestos de trabajo en los próximos 15 años para mantener las tasas de empleo estables, según recoge el ''Informe sobre el desarrollo mundial 2013: Empleos'' elaborado por la organización.

"El desafío en el segmento juvenil es por sí solo impactante. Más de 620 millones de jóvenes no trabajan ni estudian. Solo para mantener las tasas laborales estables, la cantidad de empleos a nivel mundial tendría que aumentar en unos 600 millones durante los próximos 15 años", explica el director del informe, Martin Rama.

El Banco Mundial señala que la crisis económica global y otros eventos recientes han puesto el tema del empleo en el centro del diálogo sobre el desarrollo, y destaca que, aunque hay más de 3.000 millones de personas con empleos, casi la mitad corresponden a labores agrícolas, pequeñas empresas familiares o puestos de jornaleros estacionales, "con muy pocas redes de protección, o en ocasiones sin ellas, y con bajos salarios".

Así, añade que en los países en desarrollo, donde predomina el trabajo agrícola y por cuenta propia, las tasas de desempleo suelen ser bajas, pero la mayoría de los pobres trabaja largas jornadas y sus ingresos "igual no alcanzan para llegar a fin de mes". "Además, la violación de los derechos básicos es bastante común", apostilla.

EMPLEO, PIEDRA ANGULAR DEL DESARROLLO.

El Banco Mundial defiende que los empleos son "la piedra angular del desarrollo" y sus beneficios van mucho más allá de los simples ingresos. "Son fundamentales para reducir la pobreza, hacer que las ciudades funcionen y proporcionar a los jóvenes opciones de participación social", remarca.

El informe revela que la pobreza disminuye a medida que las personas encuentran trabajos que les ayudan a superar las dificultades y que las mujeres trabajadoras invierten más en sus hijos. Además, subraya que la eficiencia aumenta a medida que los trabajadores mejoran sus habilidades, aparecen más trabajos productivos y desaparecen los menos provechosos, así como que las sociedades florecen cuando los empleos promueven la diversidad y proporcionan alternativas a los conflictos.

"Un buen empleo puede cambiar la vida de una persona y cuando los puestos de trabajo son adecuados, pueden transformar sociedades completas. Los gobiernos deben poner este tema en primer plano para promover la prosperidad y luchar contra la pobreza", aseguea el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim.

Por esto motivo, incide en que es "fundamental" que los gobiernos trabajen bien con el sector privado, que genera el 90% de todos los puestos de trabajo. "Por lo tanto, tenemos que encontrar la mejor manera de ayudar a empresas y fincas pequeñas a crecer. El trabajo es sinónimo de esperanza. El trabajo es sinónimo de paz. El trabajo le da estabilidad a un país frágil", insiste.

En este contexto, el organismo propone un enfoque en tres etapas para ayudar a los gobiernos a cumplir estos objetivos. En primer lugar, cree que debe haber bases sólidas, lo que incluye estabilidad macroeconómica, un entorno propicio para hacer negocios, capital humano y estado de derecho.

En segundo lugar, advierte de que las políticas laborales no deben convertirse en obstáculo para la creación de empleos y deben permitir la participación y brindar protección social de los más vulnerables. En tercer lugar, apunta que los gobiernos deben identificar cuáles son los empleos que más ayudan al desarrollo dado el contexto específico del país y remover o compensar las barreras a la creación de este tipo de empleos por parte del sector privado.