Las compañías tabaqueras rivales de Philip Morris esperan la reacción del consumidor de Canarias -un mercado liberalizado donde se puede comprar tabaco hasta en los súper- para decidir si seguirán la bajada de precios de este operador, que ha reducido en 0,60 céntimos de euro su Marlboro.

Según han indicado fuentes del sector, la decisión de Philip Morris de recomendar a sus minoristas en Canarias un precio de venta de 1,8 euros por cada cajetilla de su marca estrella (antes estaba a 2,4 euros), se puede haber realizado para cumplir objetivos de venta que no se logran en la Península.

El mercado de tabacos de Canarias se encuentra liberalizado, de forma que no hay precios fijos sino recomendados, y además no tienen que publicarse en el Boletín Oficial del Estado ni pasar por ningún supervisor como ocurre con el Comisionado del Mercado para el Tabaco en el caso de la Península, Ceuta y Melilla.

Cigarros, cigarrillos y picaduras se pueden vender en cualquier tipo de tienda, no existe una red de estancos como la de la Península y una misma cajetilla puede tener precios diferentes por estrategia del comerciante según el lugar de la isla donde se venda y la afluencia de turistas.

Fuentes del sector han apuntado que las tabaqueras se mantienen cautas ante la expectativa de si el consumidor comprará lo mismo o incrementará su nivel de consumo, lo que les obligará a plantearse distintos escenarios, como optar por volumen y cuota a cambio de perder margen o arriesgar cuota a cambio de mantener el equilibrio en las cuentas.

El movimiento a la baja de Philip Morris también ha hecho saltar las alarmas en relación al impacto que puede tener en el contrabando, ya que se calcula que el 25 % del tabaco ilícito procede de las Islas Canarias.