El montante de la deuda que acumula la compañía Islas Airways con su personal, tras tres meses de impagos, ronda ya los dos millones de euros, según precisaron ayer fuentes de la aerolínea.

Según recordaron, esta circunstancia está provocando que muchos empleados estén denunciando sus contratos para extinguir su relación laboral con la empresa y poder tener derecho a la indemnización y la prestación por desempleo, tal y como estipula el estatuto de los trabajadores ante un reiterado incumplimiento con el abono de las nóminas.

De hecho, subrayaron que, incluso, "los problemas de los últimos días a raíz de las cancelaciones de vuelos por el impago a la financiera han derivado en la renuncia de algunos cargos intermedios, en especial de los del departamento responsable de organizar la operativa".

Las mismas fuentes aseveraron que la plantilla "no aguanta más" y hasta las bajas por estrés han repuntado considerablemente en las últimas semanas.

Al respecto, enfatizaron que "las únicas dos opciones que tiene la compañía para reconducir la situación son buscar algún socio que aporte capital o vender la aerolínea". En cuanto al ultimátum dado por los pilotos, apuntaron que el presidente de Islas Airways, Miguel Concepción, les pidió un margen de tiempo, que expira el próximo miércoles día 10.

A su modo de ver, "la torpeza con la que se está gestionando el asunto empeora las cosas". De este modo, argumentaron que "la compañía no tiene los suficientes ingresos para hacer frente a sus deudas y lo único que está haciendo es prolongar la agonía, ya que únicamente está pagando lo que no le queda más remedio para poder seguir volando, a costa del sueldo de sus trabajadores".

En alusión a la denuncia del robo de la documentación que adujo Islas Airways para justificar la inmovilización de uno de sus aviones, aseveraron que "es lamentable que se haya recurrido a este tipo de excusas".

En este contexto, agregaron que "el aparato tenía dos planes de vuelo distintos, uno hacia Lanzarote y otro hacia Düsseldorf, a donde los representantes de la propietaria del avión, que la aerolínea canaria explota en régimen de leasing, pretendían derivarlo si no lograban cobrar la cantidad que la compañía canaria le adeuda, pero, al final, no recaló en Alemania porque se les dio una señal".