El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) no se cura y se puede hacer crónico, pero hay herramientas psicológicas y farmacológicas que hacen disminuir sus síntomas a niveles manejables, ha explicado Sergio Hernández, profesor titular de Neuropsicología de la Universidad de La Laguna.

Durante una entrevista a Efe, Sergio Hernández recordó que este trastorno es genético, no se debe a causas sociales o ambientales, si bien éstas pueden magnificarlo, y añadió que estas cuestiones serán abordadas en un curso que se celebrará del 5 al 9 de noviembre en la Facultad de Psicología de la Universidad de La Laguna.

El curso ha sido organizado por la citada facultad en colaboración con la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología (Aelfa) y está dirigido a todos los profesionales que interactúan con niños, de forma que se abordarán las investigaciones más recientes acerca del TDAH y su traslado a la rehabilitación.

Los niños y adolescentes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad tienen muchas dificultades para concentrarse en una tareas, así como para adaptar su actividad motora a cuestiones sociales, y son impulsivos, lo que dificulta su interacción, explicó Sergio Hernández.

En el 70 por ciento de niños con este trastorno los padres también lo tienen, y su presencia es menor en mujeres, ya que por cada tres o cuatro casos de varones hay uno de hembras.

El diagnóstico se puede establecer a partir de los 6 años y las dificultades que tienen estos niños no se deben a falta de capacidad, pues su cociente intelectual es normal.

Sergio Hernández también indicó que estos niños tienen dificultades para rendir en clase, para tener relaciones normales por su hiperactividad, tiene muchas posibilidades de caer durante los primeros años en alteraciones de autoestima, y cuanto más baja es ésta más difícil resulta el tratamiento.

El profesor titular de Neuropsicología de la Universidad de La Laguna señaló que un niño hiperactivo con baja autoestima cuando llega a la adolescencia tiene un alto riesgo de "tontear" con conductas delictivas.

En este aspecto comentó que hay trabajos en los que se pone de manifiesto que en las cárceles hay muchos adultos que como base tienen trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Durante la primera parte del curso se profundizará en caracterizar el trastorno como neurobiológico, pues está en determinados circuitos cerebrales, y, añadió, Sergio Hernández, la farmacología puede actuar para restablecer sobre los neurotransmisores que son deficitarios.

También debe tenerse en cuenta que aunque hay alteraciones en determinadas estructuras cerebrales no hay un marcador biológico de esta patología, pues no hay ni una señal que diga que un niño tienen trastorno por déficit de atención con hiperactividad, dijo Sergio Hernández.

Los profesionales diagnostica en base a cuestionarios y entrevistas tanto con el niño como con sus padres y tutores.

Sergio Hernández señaló que si todos los niños con este trastorno tienen problemas en la memoria de trabajo, que es la capacidad para retener información y trasladarla más tarde, o para hacer un cálculo de trabajo, podría ser un marcador, pero no algo fácil de determinar.

El tratamiento farmacológico será abordado en este curso por la psiquiatra infantil Belén Rubio, del Hospital Universitario de Canarias, y también se hablará de estrategias para los padres y el entorno escolar.