Un día antes de que expirara el plazo dado por la plantilla de Islas Airways para que la dirección de la compañía hiciera frente a los tres meses de salarios pendientes, se produjeron una serie de cancelaciones en cadena de los vuelos que tenían previsto operar por la tarde de ayer, a raíz de una baja masiva de los pilotos. Al final de la jornada, de las 51 operaciones programadas, entre llegadas y salidas, la compañía canceló 33, según el balance facilitado por Aena.

La jornada arrancó con normalidad y hasta el mediodía se operaron todas las conexiones programadas sin que se produjera ninguna incidencia, sin embargo, a partir de ese momento la situación dio un giro radical ante la ausencia de la tripulación técnica designada para ese turno (seis entre comandantes y pilotos), que alegaron motivos médicos para no presentarse de sus puestos de trabajo.

Según alegaron fuentes sindicales, esta circunstancia "ha sido consecuencia del estrés y la excesiva carga laboral a la que el personal está siendo sometido en los últimos meses, por lo que volar en estas condiciones supondría un grave riesgo para la seguridad".

Según fuentes de la propia compañía, los vuelos suspendidos fueron 15, lo que se tradujo en unos 200 pasajeros afectados, algunos de los cuales lograron recolocarse en vuelos de otra aerolínea y el resto optó por cambiar la fecha del mismo o por recuperar el importe pagado por el billete.

Ante esta eventualidad, BinterCanarias, el otro operador que da cobertura al tráfico aéreo interinsular, programó de urgencia una serie de vuelos especiales en los aeropuertos donde no fue posible acomodar a todos los pasajeros en la operativa inicial (Tenerife Norte-La Palma, a las 20:20 horas y la vuelta a las 21:00, así como la ruta entre Lanzarote y Gran Canaria a las 19:20 y el regreso a las 21:00).

Igualmente, fuentes de BinterCanarias precisaron que "se estará a la expectativa de lo que suceda hoy y a lo largo de los próximos días por si es necesario activar nuevos vuelos", para rescatar a los pasajeros de Islas.

De hecho, al cierre de esta edición, el portal web de Islas Airways no ofrecía disponibilidad para reservar vuelos hasta la próxima semana, remitiendo a los usuarios al call center de la aerolínea (902 477 478).

Aún así, el portavoz de Islas, José Daniel Díaz, aseveró que la intención de la aerolínea era cumplir con la mayor parte de la programación prevista para hoy, consistente en un total de 30 operaciones. Si bien confirmó que "al no haberse efectuado los vuelos de la tarde, los aviones que tenían que dormir en La Palma, Fuerteventura y Lanzarote, permanecieron en Gran Canaria y Tenerife, con lo cual, el primer vuelo de la mañana en las islas no capitalinas no se podrá cubrir, pero se está tratando de reubicar al pasaje en los siguientes". En cuanto al resto de la operativa, confió en que "salga adelante sin problemas".

En este contexto, señaló que "desde el departamento de Recursos Humanos y otros órganos de la empresa se contactó directamente con los integrantes de las tripulaciones que operan mañana (por hoy) para que confirmaran si se puede contar con ellos".

No obstante, según la versión de los trabajadores "se está presionando para que no falten, bajo la amenaza de un inminente cese de operaciones".

Preocupación generalizada

El consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, expresó ayer su preocupación por estos acontecimientos y subrayó que "todo lo que sea la pérdida de una compañía aérea es muy preocupante" en relación a la posible desaparición de Islas Airways. Al respecto, indicó que un hipotético cierre de esta aerolínea conllevaría menos plazas para volar entre islas y menos decisión de los ciudadanos para poder elegir.

No obstante, arguyó que el transporte aéreo interinsular es competencia del Gobierno central. Por último, destacó: "Esto es como la vida, unos nacen y unos mueren", y lamentó "sobre todo" la destrucción del empleo que podría suponer y el problema que podría generar a los ciudadanos.

Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Rafael Gallego Nadal, apuntó que el sector teme que esta aerolínea pueda cerrar al "estilo" Spanair y dejar "colgados" a miles de pasajeros que ya han sacado sus billetes. Por este motivo, insistió en la necesidad de que España disponga de un fondo de garantía de protección al pasajero, para que éste pueda recuperar su dinero en el caso de que una compañía aérea cierre "de un día para otro". Asimismo, mostró su confianza en que lo ocurrido ayer en Islas Airways sea "algo puntual por la movilización de su personal", que no perciben sus salarios desde hace tres meses, ya que "hay mucho billete vendido para este puente del Pilar". De hecho, según fuentes de la propia aerolínea, la dirección confía en las ganancias de esta festividad para abonar parte de los atrasos.