La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias baraja privatizar parte de las lavanderías del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (HUNSC) y del Hospital Universitario de Canarias (HUC) como medida de reducción de costes, tal y como figura en un estudio enmarcado dentro del Plan de Eficiencia Energética de la Consejería y que comenzaría a aplicarse el próximo año.

Aunque la dirección de ambos centros insiste en que la decisión aún no está cerrada, la gerencia de La Candelaria comunicó ayer a un grupo de trabajadores que a partir del mes de noviembre la lavandería permanecerá cerrada los fines de semana como primera medida de ahorro.

Este anuncio se hizo a instancia de los propios trabajadores del HUNSC, que, en las últimas semanas, habían oído rumores de todo tipo sobre el desmantelamiento de la lavandería y solicitaron una reunión urgente con la gerencia para conocer la realidad por boca de los responsables del centro.

El coste del combustible necesario para el funcionamiento de la maquinaria -estimado en más de 3.000 euros mensuales- y el elevado gasto en electricidad y agua -cada lavadora consume alrededor de 3.000 litros de agua en cada lavado de 300 kilos de ropa- hace que la Consejería de Sanidad esté dispuesta a llevar a cabo esta privatización parcial, sobre todo si con ello consigue el objetivo de reducir gastos y generar ahorro.

El secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Francisco Bautista, va más allá y asegura que "la decisión no solo está tomada, sino que se sabe que se va a despedir a todo el personal eventual y hasta cuál es la empresa adjudicataria a la que se le va da dar el concurso".

Y es que las fuerzas sindicales sospechaban que algo estaba ocurriendo, puesto que conocían la existencia de un técnico contratado por Sanidad para estudiar la rentabilidad de los servicios hospitalarios, pero desconocían lo que podía suceder, por lo que Intersindical Canaria convocó sendas asambleas informativas para trasladar a los empleados su preocupación por el hecho de que se pudieran producir despidos.

Desde UGT ya se anuncian todo tipo de medidas de presión -incluso la convocatoria de una huelga- para evitar la externalización del servicio, puesto que consideran que ninguna empresa ofrece las mismas garantías de calidad que el servicio público.

"Es injusto e inhumano el despido de unos 70 trabajadores que en la mayor parte de los casos son mujeres con un sueldo modesto y con el que mantienen a toda una familia", insiste Bautista.

"Si la Consejería de Sanidad hubiera invertido en la modernización de la maquinaria, los costes se habrían reducido mucho desde hace tiempo, pero nunca nos escuchó y ahora pretende despedir a la mitad de la plantilla", manifestaba ayer el dirigente de UGT, que asegura que "de los 30.000 kilos de ropa que se lavan en los hospitales tinerfeños, la Consejería tiene previsto que de unos 14.000 se encargue una empresa privada especializada en este tipo de limpiezas de ropa".