La Mesa Sectorial celebrada ayer se saldó con el compromiso por parte de la dirección del Servicio Canario de Salud (SCS) de que todos los esfuerzos del Gobierno se encaminarán a que el presupuesto de la Consejería de Sanidad no solo no descienda el próximo año sino que se eleve considerablemente en relación al habido durante este ejercicio.

En concreto, la directoria del SCS, Juana María Reyes, aseguró que en el borrador del presupuesto se plantea la realización de contrataciones, aperturas de plazas y la recuperación de las pagas extraordinarias y, además, se descarta una nueva bajada de sueldo.

Lo que la Consejería pretende es contar con el mismo presupuesto que se ideó para 2012, es decir, 2.400 millones de euros y con el que finalmente no puedo contar este año debido a los continuos ajustes realizados para cumplir con el objetivo del déficit que han supuesto alrededor de 200 millones de euros menos. Para ello, Juana María Reyes manifestó que el Gobierno está dispuesto a realizar recortes en otras áreas para destinar más fondos a sanidad, según confirmó a la salida de la reunión el secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO, José Alonso Fernández Tapia, que duda de que esto vaya a ser así.

"El propio SCS reconoce que este año se va a acabar como buenamente se pueda porque no hay dinero para nada. Pensar que el próximo año va a quedar todo resuelto es de locos, sobre todo porque no hay que olvidar que todas las cuentas están condicionadas por lo que haga el Estado", abunda Rodríguez Tapia, que ve como especialmente preocupante el hecho de que Sanidad les haya comunicado que "las partidas presupuestarias no serán compartimentos estancos y que cuando se acabe una se echará mano de otra y así sucesivamente".

Precisamente este anunció preocupa a los representantes de los trabajadores, que recuerdan que el impago de alrededor de 130 millones de euros a las farmacias se ha trasladado al presupuesto de 2013.

Para el sindicato de enfermería Satse, las palabras de Juana María Reyes "no son más que una declaración de buena voluntad", y aseguran por boca de su portavoz, Leopoldo Cejas Fuentes, que "hay que tomarlas con desconfianza y cautela porque quien manda en las cuentas es Hacienda".

A juicio de Cejas Fuentes, "lo que dice la Consejería es una declaración de intenciones, pero del dicho al hecho hay un trecho y ya no tienen credibilidad suficiente para que se les crea cuando llevan tres años diciendo que la sanidad es el pilar del Estado del bienestar y, sin embargo, no han parado de hacer recortes".