El fabricante finlandés de teléfonos móviles Nokia registró una pérdida neta atribuida de 3.308 millones de euros entre enero y septiembre, frente a los 92 millones de pérdida del mismo periodo de 2011, informó hoy la compañía.

Las ventas netas de Nokia disminuyeron un 22,7 % respecto a los nueve primeros meses de 2011, hasta los 22.135 millones de euros, debido a la creciente competencia tanto en el segmento de los "smartphones" (teléfonos inteligentes) como en el mercado de los móviles de gama baja.

La pérdida operativa de la multinacional tecnológica finlandesa en este periodo aumentó desde los 119 millones de euros de 2011 hasta los 2.742 millones de este año.

El gigante finlandés de la telefonía móvil achacó el resultado a que la empresa atraviesa por un "período de transición" para sustituir el antiguo sistema operativo para "smartphones" Symbian por el nuevo Windows Phone de Microsoft.

Esa transición provocó una caída del 48 % de las ventas de terminales inteligentes de Nokia hasta los 4.221 millones de euros, ya que no pudieron hacer frente a la popularidad de rivales como el iPhone de Apple y los teléfonos basados en el sistema Android, especialmente los fabricados por Samsung.

La facturación de los dispositivos de gama baja cayó un 22 %, hasta los 6.968 millones de euros, por la creciente competencia de los fabricantes asiáticos, que obligaron a la compañía a rebajar sus precios para frenar la pérdida de cuota.

Los resultados también fueron negativos en el tercer trimestre del año, cuando la pérdida neta atribuida ascendió a 969 millones de euros, frente a los 68 millones negativos del mismo periodo de 2011.

Las ventas entre julio y septiembre cayeron un 19 %, con retrocesos en la facturación de todas sus divisiones excepto la de redes de telecomunicación, Nokia Siemens Networks, que crecieron un discreto 3 %.

Sin embargo, las pérdidas fueron menores de lo que auguraban los analistas, lo que empujó al alza las acciones de Nokia en la Bolsa de Helsinki, que poco después de presentar los resultados subían más del 9 %, hasta los 2,41 euros por título.

"Mientras seguimos centrados en la transición de Nokia, estamos decididos a administrar cuidadosamente los recursos financieros y mejorar nuestra competitividad", señaló en un comunicado el consejero delegado de la compañía, Stephen Elop.

El pasado junio, la compañía puso en marcha un plan de reestructuración que supondrá el despido de unos 10.000 empleados en todo el mundo antes de finales de 2013 para recortar sus costes operativos y frenar su continuo declive en el mercado de la telefonía móvil.

Dentro de ese plan, Nokia se ha desprendido de varios de sus negocios no estratégicos, como su filial de móviles de lujo Vertu, y estudia la venta de varios activos inmobiliarios, incluida su sede central de Espoo (Finlandia).

Nokia tiene ahora sus esperanzas puestas en el próximo lanzamiento del Lumia 920 y el Lumia 820, sus dos primeros móviles inteligentes dotados de la nueva versión del software de Microsoft, Windows Phone 8.

Para el último trimestre del año, Nokia espera un periodo difícil en el segmento de los "smartphones", ya que tendrá que recortar su margen de beneficios de cara a la crucial temporada navideña para poder hacer frente a sus rivales con sus nuevos Lumia.