El barrio orotavense de Benijos se paralizó en la tarde de ayer para despedir al cabrero Antonio Dóniz Melchor, que según los informes preliminares de la autopsia se habría quitado la vida este lunes tras ingerir algún tipo de veneno. Su muerte se produjo justo el día en que expiraba el plazo que le había dado el Ayuntamiento de La Orotava para desalojar sus cabras del barranco de Tafuriaste, debido a la aparición de un brote de fiebre Q. El entierro de este hombre de 51 años, casado y padre de tres hijos, aunó dolor y rabia por una muerte trágica que familiares, amigos y vecinos consideran que pudo evitarse.

Cientos de personas acompañaron el féretro de Antonio Dóniz Melchor en la cripta de Benijos y los bajos de la parroquia de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador.

Casi todos en el barrio vinculan la trágica muerte de "Toño el cabrero" con el proceso de desalojo obligado de sus cabras del barranco de Tafuriaste, junto a las de otros dos cabreros. Desde hace casi dos meses, Dóniz afrontaba un conflicto que terminó por superarle. Este lunes cumplió una amenaza que había repetido a mucha gente, desde amigos hasta concejales de La Orotava.

En Benijos, la muerte de este vecino ha causado mucho dolor por su pérdida y por ver una familia destrozada, pero también mucha rabia, sobre todo entre quienes creen que se ha empujado a los cabreros hacia un callejón sin salida.

El consejero insular de Agricultura y Ganadería, José J. Bethencourt, que ayer acudió al sepelio acompañado del alcalde villero, Isaac Valencia, y del edil Juan Dóniz, pidió posponer la decisión final sobre las cabras de Tafuriaste "por respeto al fallecido". Además, recalcó que "ahora es mucho más urgente reflexionar sobre lo ocurrido que reubicarlas".

ANC cree que la tragedia se pudo evitar

ANC criticó ayer la "mala gestión" del gobierno de La Orotava (CC) en el desalojo de las cabras del barranco de Tafuriaste y consideró que "si se hubiera actuado de otra manera en este asunto, el suicidio de este cabrero podría haberse evitado". Según ANC, "tanto el Cabildo como el ayuntamiento debieron actuar mucho antes, ofreciendo a los cabreros lugares aptos para desarrollar su actividad". ANC aseguró que "el propio fallecido había amenazado a concejales con que se quitaría la vida si desalojaban sus cabras". Para esta formación, "el pastoreo es una actividad milenaria en el Valle, que forma parte de nuestra cultura tradicional, por lo que merece un respeto y reconocimiento que jamás han tenido de las autoridades y que, tras más de 30 años de gobierno de CC en La Orotava, se ha llegado a marginar e, incluso, criminalizar".