La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias decretó a primera hora de ayer la inmovilización de las 250.000 vacunas contra la gripe de la marca Novartis adquiridas por la comunidad autónoma este año, después de haber recibido una alerta del Ministerio de Sanidad avisando de que se habían detectados fallos de calidad -inocuos para los pacientes- pero que recomendaban la suspensión de su uso.

En concreto, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios informó ayer de la presencia de partículas flotantes blancas en algunos de los lotes enviados a las ocho comunidades autónomas -incluida Canarias- que compraron esta vacuna a través del Ministerio de Sanidad.

"No es un fallo de seguridad, y esto es muy importante recalcarlo", insistió ayer en una rueda de prensa convocada de forma urgente por la Consejería de Sanidad, la directora del Servicio Canario de Salud (SCS), Juana María Reyes, quien recalcó que "es un fallo de calidad que se ha visto microscópicamente, observando defectos en la transparencia por aglutinamiento de componentes proteicos".

Juana María Reyes detalló que "desde que se tuvo conocimiento de este alerta se dio aviso a los centros de salud y a las gerencias para que no la administraran, ya que justamente hoy (por ayer) estaba previsto el inicio de la campaña de vacunación en Canarias".

Sin embargo, la cuestión que más preocupa a la Consejería de Sanidad es el efecto que tendrá esta suspensión sobre la población.

"Aún no sabemos qué va a ocurrir ni qué va a suceder con la campaña de vacunación porque no sabemos si encontraremos tantos excedente en otras fábricas como para poder dar cobertura a toda la población" subrayó, la máxima responsable del SCS antes de confirmar que, no obstante, confirmó que las personas que estén ingresadas en centros sanitarios o sociosanitarios sí que tienen garantizada la vacunación antigripal, puesto que se aplicará otra marca

En este punto, el jefe de Epidemiología, Domingo Núñez, declaró que "se hará lo posible para conseguir las vacunas para el resto de la población, aunque será prácticamente imposible obtener las suficientes, así que habrá que priorizar entre las personas con más riesgo".

Respecto al impacto que este contratiempo tendrá, Nuñez dijo que "la ausencia de vacunas puede traducirse en un mayor pico académico y un mayor afluencia a los servicios sanitarios".