Al menos siete personas murieron y medio centenar de viviendas resultaron destruidas en el departamento de San Marcos por el terremoto de 7,2 grados en la escala abierta de Richter registrado hoy en esa zona del noroeste de Guatemala, la más afectada, informaron las autoridades.

El gobernador de ese departamento, Aroldo Rivera, dijo a los medios locales que las siete personas murieron al quedar bajo los escombros de sus viviendas, aunque agregó que la cifra de fallecidos puede incrementarse.

Previamente, fuentes del cuerpo de bomberos voluntarios habían informado de la muerte de tres personas en San Marcos al derrumbarse sus viviendas.

Rivera declaró que el terremoto causó cuantiosos daños en la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones de San Marcos, uno de los departamentos más grandes de Guatemala y fronterizo con México, ubicado a 250 kilómetros al noroeste de la capital.

El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, dijo a los periodistas que aún no se cuenta con información oficial sobre las víctimas y daños a nivel nacional, pero aseguró que en las próximas horas se hará una cuantificación.

"Se declara alerta roja en todo el territorio nacional, se suspenden las actividades públicas y recomendamos que los edificios sean evacuados. Estamos a la espera de datos e información oficial para poder brindar la ayuda necesaria a todas las personas afectadas", dijo el mandatario.

A lo largo de la carretera Interamericana se han registrado al menos cinco derrumbes de grandes proporciones, y según el Ministerio de Comunicaciones el paso se restablecerá en las próximas horas.

Los Bomberos Voluntarios Departamentales han informado que tras el terremoto han recibido más de un centenar de llamadas de auxilio de diversas comunidades de San Marcos y las zonas vecinas.

El movimiento telúrico, el más fuerte que se registra en este país centroamericano desde el terremoto de 1976, que mató más de 25.000 personas, se registró hacia las 10.35 horas local (16.35 GMT), con epicentro a 200 kilómetros al suroeste de la capital, frente a las playas de Champerico, en el departamento sureño de Retalhuleu.

El seísmo también se sintió con fuerza en El Salvador y en zonas del sureste de México, mientras que en Nicaragua se declaró alerta de tsunami.