El terremoto que sacudió Guatemala este miércoles ha acabado con la vida de al menos 52 personas, mientras los servicios de emergencia continúan con la búsqueda de supervivientes. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama de pésame al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. El Gobierno español tiene preparado 22 toneladas de material humanitario para ayudar a los afectados.

La mayoría de las muertes han sido provocadas por los derrumbes de viviendas en distintos pueblos de los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango, cerca de la frontera con México. "Esperamos tristemente que este número vaya a seguir aumentando", ha advertido, en rueda de prensa, el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina.

El temblor también provocó deslizamientos de tierras que han dejado varios muertos y heridos en carreteras y vías próximas a zonas montañosas. Pérez Molina ha detallado que 22 personas continúan desaparecidas y que 2.263 viviendas han sufrido daños.

Los servicios de emergencia continúan con la búsqueda de supervivientes en la zona noroeste del país, la más afectada por el temblor, con miles de viviendas dañadas.

El epicentro del seísmo, de magnitud 7,4 en la escala de Richter, el mayor terremoto registrado en el país centroamericano desde 1976, estuvo localizado en el mar, a unos 24 kilómetros al suroeste del pueblo costero de Champerico. El terremoto de este miércoles se sintió también en El Salvador y hasta en la capital de México, donde hubo evacuaciones de edificios pero no se registraron daños.

Por su parte, Rajoy ha enviado un telegrama a su homólogo guatemalteco en el que traslada su "más sincero pésame por las trágicas consecuencias del terremoto", sus deseos para una "pronta recuperación para los heridos" así como para el regreso cuanto antes a la normalidad de las regiones afectadas.

Además, en la nota el presidente español ofrece ayuda humanitaria de emergencia. Según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, se espera que Guatemala solicite ayuda para enviar hasta 22 toneladas de material humanitaria para los damnificados.

Una vez que las autoridades guatemaltecas la soliciten, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) podría movilizar en un plazo de 24 horas un avión con la carga desde la base logística que tiene en Panamá, han precisado dichas fuentes.

El Gobierno español se mantiene en contacto con las autoridades guatemaltecas, según ha indicado el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, en un acto en la mañana de este jueves en la AECID, donde ha esperado que este desastre natural no afecte a la asistencia de Guatemala a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz la próxima semana.

LA ONU OFRECE LA AYUDA PARA LOS AFECTADOS

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha ofrecido la ayuda de su organización para atender las "necesidades humanitarias". "Naciones Unidas está preparado para prestar su asistencia", ha asegurado el portavoz de Ban en una rueda de prensa en las oficinas centrales de la ONU en Nueva York.

Ban Ki Moon ha trasladado sus condolencias al Gobierno y al pueblo guatemaltecos, "especialmente a las familias de quienes han muerto o se han visto afectados por el desastre" y está dispuesto a coordinar la ayuda internacional que pueda recibir el país.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha expresado "sus más sentidas condolencias y muestras de solidaridad" a Guatemala por las víctimas y daños del terremoto. "Cuente con todo el apoyo que pueda requerir en el proceso de reconstrucción de las áreas afectadas por el terremoto y, en especial, en las iniciativas orientadas a atender a los damnificados", ha dicho.

El Papa ha enviado un telegrama al presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, el obispo de Vera Paz, en Cobán, monseñor Rodolfo Valenzuela Núñez, para expresar su hondo penar al conocer la "dolorosa noticia" del sismo que ha ocasionado "numerosas víctimas y heridos, así como innumerables daños materiales".

Por este motivo, Benedicto XVI ha expresado su "cercanía espiritual", al mismo tiempo que ha asegurado que ha ofrecido sus oraciones por el eterno descanso de los fallecidos y que ha elevado sus plegarias para que Dios otorgue su consuelo a los afectados por una desgracia tan enorme.