Al margen de la "guerra de cifras" habitual en estos casos, la huelga general ha tenido un repercusión mucho mayor entre el personal y el alumnado de la enseñanza pública que entre el de la concertada, donde el sindicato mayoritario no había convocado.

FETE-UGT, FECCOO y STES han cifrado en un 73% de media el seguimiento en la enseñanza pública no universitaria, que el Ministerio de Educación ha rebajado al 21,6 % con datos recopilados por las autonomías.

Han apoyado el paro en la pública tanto la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) como el Sindicato de Estudiantes.

También convocaban USO y CGT, pero no ANPE ni el sindicato de funcionarios CSIF, representados en la educación pública, ni tampoco FSIE, principal organización laboral de la concertada.

FETE-UGT, FECCOO y STES han asegurado que se ha demostrado el "compromiso de toda la comunidad educativa" de luchar contra los recortes en educación, las "amenazas" de despidos en las universidades y frente a la "contrarreforma" educativa.

Cerca del 90 % de los centros escolares han estado vacíos, han asegurado en un comunicado.

Incluidas las universidades, los sindicatos calculan que la huelga ha tenido una repercusión del 75 % entre los trabajadores de toda la educación pública.

En el caso de las universidades, ha llegado al 95 % de los 91.877 docentes de los centros públicos y los 12.108 de los privados; y el paro se ha aproximado al 80 % en el personal de administración y servicios.

El seguimiento medio ha sido del 35 % del personal docente e investigador, del 54,6 % del personal de administración y servicios y del 81,8 % de los estudiantes de las universidades públicas; y del 3,7 %, 3,1 % y 13 %, respectivamente, de las privadas, según datos recabados por la Conferencia de Rectores entre una treintena de ellas.

La repercusión ha sido desigual en las universidades públicas de Madrid, con un seguimiento cercano al 90 % en la Autónoma y una ausencia generalizada de alumnos en la Complutense, mientras que la "normalidad académica" ha sido la tónica en la Rey Juan Carlos.

El 90 % de los estudiantes de la Autónoma de Barcelona no han asistido a clase, y el campus de la Complutense de Madrid ha estado tan vacío como un domingo, aunque algunos alumnos no se han perdido las prácticas por ser obligatorias.

En la enseñanza privada, según los convocantes, la movilización ha sido respaldada por el 35 % de los trabajadores, pero organizaciones patronales y el sindicato mayoritario FSIE aseguran que no ha llegado al 3 %.

Según los convocantes, el seguimiento en toda la educación por comunidades ha sido desigual: entre un 80 % en Madrid, una "escasa incidencia" en el País Vasco y un 26 % en Navarra.

A su vez, el Sindicato de Estudiantes (SE) ha asegurado que el 90 % de los alumnos de enseñanza secundaria y de universidades públicas se han adherido a la huelga en toda España.

En varias ciudades, como Mérida y Santander, ha habido manifestaciones en defensa de una enseñanza pública de calidad, mientras que en Madrid padres, alumnos y profesores del instituto Juan de la Cierva han participado en la iniciativa "Rodea tu centro" para apoyar la movilización.

Durante esta protesta no ha habido incidentes, si bien policías municipales han señalado que algunos centros han tenido dificultades para abrir por la silicona de las cerraduras.

Aunque sin incidentes importantes en los campus de Madrid, un grupo de estudiantes del movimiento "Tomalafacultad" ha cortado parte de la A-6 a primera hora de la mañana.

Estos alumnos se han unido a un piquete sindical en Gran Vía, donde se ha producido alguna refriega con la Policía Nacional.

En Castilla y León, cuarenta jóvenes han destrozado parte del mobiliario de la escuela de Estudios Empresariales de la Universidad de Valladolid al grito de lemas anticapitalistas.