El Banco de Alimentos a nivel nacional ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias. El PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz impulsó una moción para proponer como Premio Canarias a esta institución en Tenerife, que comenzó su andadura en 2006.

El Banco de Alimentos es el que recibe los excedentes de comida de Europa y los reparte entre las ONG y asociaciones que, a su vez, los reparten entre las personas con necesidades del municipio.

Sin embargo, no todos tienen tan buena opinión de esta institución. La Plataforma por la Dignidad de las Personas sin Hogar presentó una denuncia en la Subdelegación del Gobierno para que lo pusieran en conocimiento del Ministerio de Agricultura. "Nos llamó una asociación y nos ofreció arroz. Eran un montón de cajas, por lo menos 500 kilos, con el sello europeo", explicó Eloy Cuadra, de la citada plataforma. Desde este colectivo se asegura que han detectado más irregularidades. Como asociaciones que "cobran dos euros" por la comida que ellos consiguen de forma gratuita, o las que obligan a los que piden esos alimentos a asistir a una charla.

Cuando se les pregunta si no les preocupa que con sus críticas se perjudique finalmente a esos miles de familias que necesitan alimentos, Cuadra es tajante: "Nosotros trabajamos por la dignidad de las personas. Esos alimentos tienen que llegar, todos, a las familias. No se pueden perder en trapicheos".

Y los trapicheos existen, desgraciadamente. Lo reconoce la consejera de Acción Social del Cabildo, Cristina Valido, que apoya incondicionalmente la labor del Banco de Alimentos. "Tienen los recursos humanos que tienen. Carecen de inspectores o vigilantes", explica. No obstante, Valido quiere dejar muy claro que "la gran mayoría" de asociaciones u ONG que reparten los alimentos que les da el Banco de Alimentos "están haciendo una labor importante".

Para evitar duplicidades, que ya se han detectado, Valido ha pedido al Banco de Alimentos que dé prioridad a aquellas organizaciones que no tienen subvenciones ni ayudas de otras instituciones. La consejera aseguró que "la picaresca y la golfería" eran "minoritarias" y que cuando se detectaba un caso "se denunciaba".

Más vigilancia

"Hemos pedido al Banco de Alimentos que extreme la vigilancia", aseguró Valido, que subrayó que este es un tema muy delicado. "Nos arriesgamos a que por esos pocos impresentables pongamos unas medidas que perjudiquen a muchas familias". De hecho, el Cabildo está colaborando con esta ONG como intermediario con empresas agroalimentarias y asociaciones de supermercados para nutrir de comida al Banco de Alimentos.

En opinión de María Victoria Díaz López, relaciones externas del Banco de Alimentos, los que critican su labor es simplemente porque no saben lo que hacen. "Atendemos a cerca de 40.000 personas a través de unas 120 organizaciones benéficas".

Aseguran que cuando una asociación quiere recibir alimentos, esta le muestra las copias de los DNI de las personas a las que tienen que atender. "Yo que sé si tienen más subvenciones o no", dice Díaz. Reconoce que "picaresca puede haber", pero reincide en que los que critican su labor "no tienen ni la menor idea" de lo que hace el Banco o lo hacen con mala idea.

Por todo esto, desde el Banco no vieron con buenos ojos que determinados partidos del grupo mixto se abstuvieran y no mostraran su apoyo a la moción del PP para que fuera Premio Canarias. Estos simplemente expusieron que había otras organizaciones que llevaban trabajando más tiempo en la ciudad que, tal vez, deberían ser merecedoras también del galardón.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Santa Cruz cuenta con un reglamento para controlar las organizaciones que reparten alimentos muy exhaustivo. Tanto que desde Sí se Puede están convencidos de que no se cumple. Deben contar con "un plan de limpieza, desinfectación, desinsectación y desratización; un plan de eliminación de residuos; otro de transporte; un plan de higiene personal; otro de formación de los manipuladores; registro de control de temperaturas y listado de los proveedores". El reglamento señala, entre otras medidas, que "deberá haber un número suficiente" de lavabos para la limpieza de manos. Y así, un largo listado de requisitos que, con casi total certeza, muy pocas organizaciones cumplen.

La solución, sin embargo, es complicada. Todas estas organizaciones, incluidas el Banco de Alimentos, dan de comer a muchos de los vecinos que están pasando por un mal momento. Controlar mejor puede significar cerrar el grifo o que haya menos puntos donde recoger comida y, al final, que estas personas se vean afectadas.

Por todo esto, a pesar de los problemas que han surgido, muchos siguen defendiendo al Banco de Alimentos como el único banco bueno. Porque da pero nunca quita.