STEVEN Frayne, un inglés de West Yorkshire, está consiguiendo revolucionar el mundo de la magia. Sin varita mágica, capa negra o sombrero de copa que esconda un conejo blanco, el conocido "mago de lo imposible" ha conseguido que la cadena de televisión Discovery MAX le dedique en exclusiva una serie tras conocer su trayectoria en las redes sociales y Youtube. Porque no es un prestigiador corriente, como demuestra haber embrujado a los internautas con vídeos en los que levita por las calles de Londres o anda sobre las aguas del río Támesis a la vista de todo el mundo. Es capaz de meter un móvil tranquilamente en una botella de cerveza o hace levitar a Lindsay Lohan -actriz, modelo y cantante estadounidense-, y ya es famoso. Las proezas de Dynamo el mago empiezan a ser conocidas en el planeta entero.

Pero asegura no haber sido él. Aunque muchos lo han acusado, no es Dynamo quien ha hecho desaparecer la mula y el buey del portal. Se confirma la autoría del Papa Benedicto XVI, quien en su último libro, "La infancia de Jesús" -de 176 páginas, puesto a la venta en cincuenta países al precio de 17 euros-, desmonta la iconografía entendida sobre el nacimiento de Cristo. Joseph Ratzinger -que debería haberse esposado con Angela Merkel aunque ni siquiera la Iglesia Anglicana hubiera aceptado una obispa- mantiene contundentemente que no había ni mula ni buey. Ni ningún bicho viviente. Que, por no haber, no había ni pesebre ni estrella anunciadora, porque era una supernova -que a ver cómo se dibuja o esquematiza eso en un belén-, ni tampoco Reyes Magos, como los que antiguamente venían volando en helicóptero al Heliodoro. ¡Nada! Todo es mentira.

Y por lo pronto yo este año me niego a bajar al garaje por la caja del portal de Belén, colocada al lado de los disfraces, y a buscar papeluchos para, con "cintaciba" o cinta adhesiva, pegarlos y ponerles nieve encima. ¡Me niego! Sacaré, si acaso, el árbol y las bolas, porque no me va a quedar otro remedio y porque de eso no han dicho nada, pero lo que es lo otro, según el cabeza visible de la Iglesia, es totalmente falso. Solo acertamos en que el niño Jesús fue un bebé al que le pusieron pañales y en que María era virgen.

Es que de resto no damos una en el clavo. Le preguntaban al pontífice: "¿Es cierto que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen?". Contestaba: "Sí, sin reservas"; "¿de dónde pudieron sacar los dos evangelistas la historia que cuentan?". Según Ratzinger, de la propia María: "Solo ella podía referir el evento de la Anunciación". Lo explica en su tercer capítulo, dedicado al nacimiento de Jesús: "La Virgen envolvió a su hijo en pañales, como cualquier otra madre en sus circunstancias". Es la tradición la que (por la cara) le pone literatura al asunto, metiendo en el cuadro un pesebre -representación del altar- y unas gasas para envolver al niño. Por lo tanto, hace tabla rasa con los detalles. Dice literalmente: "En el portal no había animales" -ni perros ni gatos-, y, a cambio, garantiza la veracidad del meollo de la cuestión: el nacimiento de Jesús no es un mito, aunque recalca, quizás porque esté un poco obsesionado, la virginidad de María. "Una mujer valiente que incluso ante lo inaudito (el anuncio del Ángel) mantiene el autocontrol. Una mujer de gran interioridad, que combina el corazón y la razón y trata de entender el contexto, el conjunto del mensaje de Dios".

Es decir, que ni hacia Belén, ni va una burra rin, rin, ni mucho menos los peces bebían en ningún río, que de todos modos a mí me da, y por eso decía antes que el tocayo debería casarse con Angela Dorotea Merkel, que parece un poco extremista porque, aparte de todo lo demás, el cabeza del Colegio episcopal, jefe de Estado y soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, no creo que pueda demostrar que en el entorno de Belén no circulaba ni una oveja, cabra, mulo, buey o camello despistado. El perro del hombre que cuidaba la finca.

Será Papa pero no es Dynamo. Al no encontrarse presente en esos tiempos de Tiberio César, entre el año 6 o 7 a. C, no podía controlar a los animales.

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