Antolín Goya González lleva siete años al frente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, y también es miembro del Comité de Empresa de la Sociedad de Estiba y Desestiba del puerto de Santa Cruz de Tenerife (Sestife). Goya analiza con detalle la actualidad del puerto capitalino.

¿Cómo ve la situación actual del puerto de Santa Cruz de Tenerife?

Estamos muy contentos, sobre todo, con las perspectivas que se abren de cara al futuro. Nosotros siempre hemos sido muy críticos con las actuaciones que se han llevado en el puerto y, en estos momentos, tenemos que manifestar que notamos un cambio importante en la actitud no solo de la Autoridad Portuaria, sino también del resto de las Administraciones. Además, el trabajo que empezó el actual presidente de Puertos de Tenerife, Pedro Rodríguez Zaragoza, comienza a dar sus frutos de manera notable. No es fácil colocar una nueva terminal con 55 millones de euros de inversión en plena crisis. Posiblemente sea la mayor inversión privada en las Islas durante los próximos años. Además, Rodríguez Zaragoza ha fortalecido esta línea de actuación con la llegada de Airam Díaz, quien dirige hoy el nuevo equipo comercial, donde sigue Alberto Galván. El puerto tiene mucho futuro.

¿Qué va a suponer la puesta en marcha de la nueva terminal de contenedores?

La nueva terminal aportará a Santa Cruz un potencial de negocio que hasta la fecha no teníamos. Primero, por infraestructuras, al no poder contar de una línea de atraque potente que nos ayudara a acceder a mercados de transbordo internacional, y, segundo, porque dispone de una maquinaria que también puede atender a este tipo de buques que hasta la fecha no podían operar. Con la nueva terminal podremos optar a un nuevo mercado y complementar la oferta que ya hace Capsa. Con TCT y Capsa confiamos en que Tenerife sea un imán que atraiga tráficos al puerto y que esa operativa genere más empleo y riqueza.

¿Y qué esperan del puerto de Granadilla?

Nosotros siempre hemos mantenido la misma posición. El principal puerto de la Isla es el de Santa Cruz, y hemos abogado por que se explote al máximo. Entendemos que es razonable colocar en Granadilla la planta de gas y otro tipo de infraestructuras que en estos momentos en la capital no son atractivas para la sociedad que rodea la infraestructura capitalina. Para nosotros el puerto de Granadilla estará dentro de un plan de negocio futuro.

¿La crisis ha castigado la actividad diaria de los estibadores isleños?

Por supuesto. El puerto es el termómetro de la actividad económica de Tenerife, y en la medida que en la Isla hay tanto paro, falta liquidez y el consumo ha bajado tanto, todo eso repercute en nuestra actividad, que ha caído de forma dramática, bajando hasta el 40% por debajo de lo que sería nuestro nivel óptimo de actividad. Por ello, internamente hemos tenido que afrontar esfuerzos importantes. Vamos por la tercera renovación del expediente de regulación de empleo temporal, que repartimos entre toda la plantilla, y la particularidad de nuestro sistema nos ayuda a soportar esta situación sin tener que haber acometido ningún despido. Más del 80% de nuestro salario va en base a la producción, es decir, a los turnos que realizas. Evidentemente, la nueva perspectiva nos da mucha esperanza. Estamos convencidos de que el panorama no cambiará en enero con la llegada de millones de contenedores, pero sí confiamos que con la labor de todos sea un ejercicio de recuperación de la actividad.

¿El estibador tinerfeño sigue destacando por su alta productividad?

Sí, eso es algo de lo que los estibadores nos sentimos muy orgullosos. Nuestra productividad es alta, quizás de las mayores de todo el panorama estatal y de gran parte de Europa. Con los buques pequeños que llegan a Santa Cruz, difíciles de trabajar y que tienen mayor movimiento a la hora de despachar los contenedores, mantenemos unas funciones que están por encima de otros puertos estatales. La calidad del servicio que se da en Tenerife es reconocida internacionalmente por los operadores con los que trabajamos. Y la seguridad en el servicio, gracias al esfuerzo de todos, también es una de las más altas del panorama nacional.

¿El profesional de la estiba en Tenerife se ha adaptado a los nuevos tiempos?

Por supuesto, es parte de nuestra profesión. Vivimos en un sistema de reciclaje y formación permanente. Hace quince días nos alegrábamos de la llegada de las tres supergrúas y eso exigirá al colectivo de gruistas de este puerto una adaptación por la nueva altura y la manipulación de la propia grúa. La nueva terminal también viene con un sistema informático diferente y adaptado al transbordo internacional, con lo que todos nuestros oficiales tienen que adaptarse informáticamente.

¿Se ha avanzado en materia de seguridad laboral?

Claro que sí. En Santa Cruz de Tenerife pusimos en marcha un proyecto pionero en su momento, y que luego copiaron otras instalaciones como es el caso de Prevente, en el que todas las empresas estibadoras se unieron con la sociedad de estiba y con nosotros para crear un servicio común. Eso ha permitido que nuestro nivel de siniestralidad sea muchísimo menor y que nos dé garantías a la hora de desarrollar nuestra actividad.

¿Están satisfechos del papel que han jugado en #TfseMueve con la Red Transeuropea de Transporte?

Sí, hemos intentando estar en primera línea de ataque con todo este movimiento. No podemos quedar fuera de cualquier posibilidad de inversión y subvención de cara al futuro. Agradecemos el trabajo de las instituciones y nos llena de orgullo que la sociedad tinerfeña se involucrara positivamente con ese asunto. Confiamos en que al final nos incluyan en la red principal.