España invierte más de 7.700 euros por alumno en educación pública, un 21% por encima de la media de la Unión Europea, afirmó ayer la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio.

En un acto informativo organizado por la Confederación de Padres de Alumnos (Cofapa), Gomendio indicó que, pese a que se invierten muchos recursos, ello no repercute en los resultados, como demuestran el "elevado" fracaso escolar y las "altas" tasas de desempleo juvenil.

En su opinión, la Ley Orgánica para la mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) ofrece un cambio de enfoque para que la educación se mida según sus resultados y no por la cantidad de recursos empleados.

La nueva ley pretende reducir la tasa de abandono educativo temprano, reconocer la diversidad de talento y fomentarlo, ofrecer una atención personalizada al alumno y, de esta manera, mejorar el resultado en las pruebas internacionales, como el informe PISA.

Gomendio dijo que la LOMCE se basa en la "igualdad de oportunidades para todos los estudiantes", aunque remarcó que se "debe" reconocer a los estudiantes con talento y desarrollar sus capacidades al máximo.

Asimismo, adelantó que el Ministerio de Educación tendrá un papel "más importante" en la definición de los objetivos, contenidos y horas lectivas de las asignaturas instrumentales -Lengua, Matemáticas y Ciencias- y dejará más libertad a las comunidades autónomas y centros escolares para que definan el currículo de las materias no instrumentales.

Gomendio advirtió de que esta propuesta está en fase de estudio y tendrá que ser negociada con las comunidades autónomas la semana que viene.

"Nuestra idea es que en las asignaturas instrumentales haya una definición mucho más clara del currículum como del número de horas mínimas, pero que luego haya otras que sea la comunidad autónoma y el centro los que tengan la capacidad de decidir cuáles quiere ofertar para que estos últimos puedan especializarse en un ámbito determinado", argumentó la "número dos" del departamento de José Ignacio Wert.

Con esta iniciativa, el Ministerio se plantea un cambio en el punto de partida reflejado en el anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). En el texto inicial aumentaba hasta el 65% las competencias del Estado en la definición curricular, pero sin especificar en qué tipo de asignaturas. "Los porcentajes no cambian", avisó Gomendio, para añadir que "lo que hay es un cambio de modelo".

Este cambio en la configuración de los currículos va a permitir que el Bachillerato de Artes, eliminado del primer borrador de la ley, "resucite para quien lo quiera resucitar". Así, "ya no es necesario" que el Estado decida sobre la desaparición de determinadas vías de Bachillerato, sino que está en manos de los centros con la elección de una serie de asignaturas entre un bloque "muy amplio".