Los fósiles vegetales hallados en el barranco de Las Angustias, en La Palma, podrían tener más de 200.000 años de antigüedad y ofrecen una instantánea de un ecosistema completo, según las primeros estudios de su descubridor, el paleobotánico Alan Channing

"Los fósiles vegetales de La Palma son únicos", ha asegurado hoy el investigador en el acto de presentación en el Museo Arqueológico Benahorita, en Los Llanos de Aridane, de las rocas de sedimento en los que se encuentran atrapadas un número sin determinar de hojas, "principalmente perteneciente a vegetación de laurisilva".

Channing, que desarrolla su actividad investigadora y docente en la Universidad de Gales, ha señalado que en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente se puede apreciar "que hubo un sistema de lagos rodeados de vegetación, lo que llevó a la preservación de miles de plantas en capas de arcilla".

Las muestras que se exponen al público en el Museo Arqueológico Benahorita han sido extraídas de dos zonas ubicadas en el barranco de Las Angustias, dentro del espacio natural protegido que lleva el mismo nombre y colindante al Parque Nacional.

En el lugar originario se ha procedido por parte del servicio de Patrimonio del Cabildo de La Palma al levantamiento de vallas protectoras, a la espera de poder realizar un estudio técnico mucho más preciso por parte de los investigadores.

Según Alan Channing, "las rocas parecen haber capturado un ecosistema completo, lo que permite empezar a imaginar cómo era el paisaje antiguo y toda su vegetación".

"Mientras que en las islas de Gran Canaria y Tenerife encontramos diminutas muestras, en La Palma, y concretamente en la Caldera de Taburiente, es como ver una impresionante instantánea fotográfica, es como encontrar un libro abierto que a simple vista nos permite trasladarnos en el tiempo", ha manifestado el descubridor de estos fósiles.

Para Juana Vegas, técnico superior del Instituto Geológico y Minero de España, el descubrimiento es de sumo interés para la comunidad científica a nivel internacional, dada la naturaleza volcánica de La Palma.

Juana Vegas escribió en los años 1997 y 1998 una tesina sobre los sedimentos de esta isla canaria, donde descubrió algunos fósiles vegetales en el interior de la Caldera de Taburiente.

"A partir de estos fósiles se podrá conocer con mayor exactitud la evolución geológica de la isla de La Palma, pero lo que sí que nos queda bastante claro es que los fósiles encontrados pueden haber sido atrapados por el lodo hace más de 200.000 años", explicó.

Por su parte, el doctor en Botánica Arnoldo Santos, que también ha podido estudiar los fósiles, señaló que la gran mayoría de las hojas pertenecen a árboles de laurisilva, "lo que da una idea de que en su momento la Caldera de Taburiente tuvo como piso de vegetación a especies pertenecientes a este ecosistema vegetal".

"El hecho de que hoy tengamos un ecosistema de pinar, y a la vista de este hallazgo, podría hacernos pensar que los procesos de cambio climático hicieron desaparecer la laurisilva de La Caldera", ha indicado Santos.