La organización de Fiestas perfila los preparativos del concurso más multitudinario del Carnaval 2013, la gran final de murgas, que después de dos ediciones celebrándose en el estadio Heliodoro Rodríguez López regresará al recinto ferial. El retorno al Centro de Ferias y Congresos de la capital tinerfeña garantiza la calidad del sonido y la comodidad ante una adversa condición meteorológica, pero tiene el obstáculo de su capacidad: 6.500 asientos. Desde la concejalía de Fernando Ballesteros se trabaja en "estirar" la capacidad hasta lograr unas 11.000 plazas, que sería la mitad de las ofertadas en el estadio en 2011 y 2012.

Las fuentes consultadas de la organización precisaron que cobra fuerza la alternativa de mantener las 3.000 localidades de las gradas y suprimir las del "patio de butacas", o sillas, un espacio que se dejaría diáfano para que el público siga la final de pie.

Según los estudios realizados por Fiestas, el mayor aforo para público, con capacidad para 11.000 amantes de las murgas, se lograría con 3.000 plazas en gradas y 8.000 de pie. La organización establecería dos precios: aquellos que quieran una localidad sentada pagarían el mismo precio que el año pasado, 10 euros, mientras que seguir de pie la final de murgas costaría 8 euros.

Junto a esta alternativa, Fiestas también contempla mantener el formato tradicional: 6.500 localidades, todas sentadas (3.000 gradas y el resto en sillas), y una alternativa mixta: 3.000 sillas, mantener butacas y otro espacio de pie. No obstante, esta última parece la menos recomendable, según los estudios de seguridad realizados y que ya se han concluido.

Los informes garantizan la viabilidad de ampliar el recinto ferial el día de la final a las 11.000 localidades, habilitando y ampliando los pasillos de seguridad. Después de lo ocurrido en el Madrid Arenas, desde la organización chicharrera se descarta que se pueda establecer ninguna comparación con el recinto ferial: el aforo de la capital tinerfeña es totalmente seguro y, además, ya ha acogido conciertos con mayor presencia de público de la final que se baraja con 11.000 espectadores, pues tiene una capacidad autorizada de 15.000 personas. Por esa parte, desde el recinto ferial se garantiza la seguridad.

La decisión final de la distribución del aforo será adoptada por la organización, que aún no ha tanteado a las murgas.

Según la opinión recabada ayer entre algunos murgueros, ampliar el aforo está muy bien para atender la elevada demanda de localidad, pero muchos discrepan con habilitar el "patio de butacas" para el público en pie. "Será como un concierto. Si lo que queremos es potenciar la letra, en realidad ese formato potencia el espectáculo, el baile...". Mientras para la final de murgas la organización contempla garantizar un aforo de 11.000 localidades, para el resto de los certámenes se mantendrá el formato convencional, pues, salvo la gran final, no hay ningún concurso que supere, o necesite, la capacidad máxima de sillas de 6.500.

Tras la final, el segundo acto más multitudinario es la gala de elección de la reina, que se adapta a la capacidad ofertada en asientos. Le sigue la fase, con una media de 4.000 personas, por lo que solo se dejará sin sillas el "patio de butacas" el día de la final.

Una vez se ratifique hoy la decisión, Fiestas ultimará los preparativos para poner en marcha la venta de entradas. "Será mucho más sencillo que en otras oportunidades", explican desde la organización, al precisar que al no existir sino dos zonas en el recinto ferial en vez de los sectores del estadio, se facilitará la distribución.

Ahora resta elegir la entidad financiera y poner el papel en venta. "Se hará a la vez tanto en internet como en taquilla. Habrá taquilla desde el primer día que se pongan a la venta, precisa.