Andrés Mata se ha convertido, por méritos propios, en el buque insignia de la halterofilia tinerfeña, modalidad deportiva que ha proporcionado a Canarias, en general, y a Tenerife, en particular, innumerables éxitos deportivos.

Su paso por los recientes Juegos Olímpicos de Londres le han colocado en una situación de privilegio en la selección española, convirtiéndose en uno de los fijos en todas las convocatorias tanto nacionales como internacionales.

En el Europeo Júnior de Israel, concretamente en la categoría de 77 kilos, el tinerfeño dio otro recital de competitividad, colgándose finalmente las medallas de plata y bronce. Además a su actuación hay que añadir el séptimo puesto en la modalidad de arrancada, con 145 kilos; la segunda posición en dos tiempos, con 190 kilos; y nuevo récord de España júnior y absoluto. La otra medalla fue en total olímpico (335 kilos).

"Es un orgullo pertenecer a la Federación Canaria de este deporte y estar en lo más alto a nivel nacional. Ahora mismo en mi categoría no hay mucha competencia y eso me favorece. La suerte, en algunos casos, y el trabajo diario han jugado un papel importante esta temporada. En los Juegos de Londres o también en el Mundial Júnior se dio esa combinación", afirmó el deportista becado por la Residencia Blume de Madrid.

Cuestionado por su primera experiencia olímpica, Mata se pronunció en estos términos: "Es, sin duda, una ocasión única. En Londres tuve una buena escuela y aprendí mucho de los mejores levantadores del mundo, aunque reconozco que para llegar a su nivel aún me queda bastante camino por recorrer. Sinceramente, jamás me imaginé que podía estar en unos Juegos".

Ahora llega el tiempo de descanso y Andrés Mata tiene muy claro cuáles serán sus metas para la próxima temporada, que se pondrá en marcha a partir del próximo mes de enero. "Mi primera intención es cambiar de categoría (-85 kilos), ya que este ha sido mi último año como júnior. Estrenar la etapa de absoluto supone un reto de máxima exigencia y eso necesita un tiempo de adaptación y puede que para 2013 no disfrute de un año tan brillante como este que está a punto de finalizar. Mi mirada está puesta en el Europeo, pero que no garantizo que vaya a obtener los mismos y tan buenos resultados de este año", dijo.

Sus primeros pasos en la halterofilia fueron en la Escuela de La Laguna, cuna de grandes campeones, pero su ambición por llegar a lo más lejos en el panorama deportivo le hicieron tomar la dura decisión de desplazarse a la Península a seguir un trabajo mucho más específico. "Es verdad que me inicié en mi casa (refiriéndose a la Escuela de La Laguna), pero aquí en la Residencia Blume de Madrid se adquieren otro tipos de experiencias y ventajas que te hacen madurar como deportista y como persona. Incluso hay más facilidades a la hora de estudiar, aún dedicando seis horas diarias a los entrenamientos", concluyó Andrés Mata, que en próximas fechas regresará a la Isla para disfrutar de la Navidad.