A LO LARGO de la historia de la industria automovilística existen modelos que adquirieron fama por las más diversas causas y otros en cambio fueron sus propietarios los que los impregnaron de la misma. De este último caso es de lo que hablaremos en el artículo de EL DÍA de esta semana.

Nuestra historia nace un año ya lejano cuando la prestigiosa y vanguardiasta "Citröen" saca al mercado el modelo B14, "" construido enteramente de acero, circunstancia que ya hace del mismo un modelo, digamos, especial. Sobre sus cchasis la "CITROEN" montó un amplio abanico de carrocerías pero hoy nos toca describir el modelo "sport" que se trataba de un coche de dos puertas con capacidad para cuatro pasajeros dotado de un motor de cuatro cilindros en línea que desarrollaba una potencia de 11,30 H.P. con sus 1.539 c.c. Sus líneas eran de un marcado carácter deportivo poseyendo la famosa "cola de pato" rematando su trasera.

En 1924 los intereses de la fábrica gala estaban bajo el control del prestigioso comerciante de esta plaza el señor Manuel Vandewalle Hardisson, persona que materializó una extraordinaria labor con los Citroen.

El día 17 de noviembre de 1924 le son concedidas a este B14 sport con número de motor 153344E y chásis 257151 las placas de TF-2951. De su hoja de características lo más llamativo es que la tara de 985 kilos, dato este que nos permite hacernos una idea de su ligereza así como el tamaño de sus llantas de 13'''' x 45'''' que le proporcionaba un andar muy alegre.

Cuando nuestro TF2951 contaba con cinco años de uso, el señor Vandewalle lo vende al señor Adalberto Benítez Togores siendo aquí donde este Citroen inicia el disfrute de sus años de fama.

Del caballero Benítez Togores poco se puede añadir que no haya sido comentados por buenos biógrafos de nuestro archipiélago, pero dada la importancia y calidad del personaje merece ser recordado de modo breve nuevamente. El señor Benítez Togores nace el día 12 de agosto de 1893 y en la fecha de su fallecimiento, 24 de junio de 1973, nos había dejado un legado fotográfico de incalculable valor. Pero los méritos adquiridos por este singular y ejemplar fotógrafo no acaba allí ya que desempeñó con extraordinario éxito su cargo de concejal de Parques y Jardines, que junto con el de consejero del Cabildo Insular le hizo acreedor en 1971 de la concesión de Medalla de Plata de nuestra Ciudad, premiando su memoria el ayuntamiento con una calle que lleva su nombre.

La frenética y creativa actividad fotográfica que desarrollaba desde su estudio en la calle de San José 32, así como los desplazamientos para hacer reportajes de la más variada índole, hace que sea su Citroen TF-2951, su más "fiel amigo", circunstancia gracias a la cual dicho sale en una gran cantidad de fotos, como si de un sello personal se tratara.

Cuando el señor Adalberto Benítez Togores se desprende del que hasta la fecha había sido su fiel servidor, nuestro Tf-26591 inicia un declive lamentable puesto que el día 24 de abril de 1946 su nuevo propietario lo convierte en una vulgar camioneta, desapareciendo de ese modo una de las más bellas y elegantes carrocerías de los Citroen B14. Lamentablemente esta transformación era una muerte anunciada ya que en la actualidad este ejemplar está considerado como desaparecido.

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