En tiempos de la conquista, la población no combatiente de La Palma (mujeres, niños y ancianos) se escondió en un desesperado intento por huir de las hostilidades y murió de frío en las cumbres de la isla. Este es el punto de partida de "Ayssuragan", el poema sinfónico con el que el compositor y pianista tinerfeño Gustavo Díaz Jerez prosigue su ciclo de evocaciones basadas en la historia de Canarias, conjunto de siete piezas del que ya se han estrenado "Aranfaybo" e "Ymarxa", respectivamente dedicadas a El Hierro y Tenerife. " Ayssuragan" -vocablo guanche que significa literalmente: "lugar donde se helaron"- se presentará hoy en un nuevo concierto de la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Tenerife que contará con el clarinetista isleño Cristo Barrios como solista.

Díaz Jerez compartirá programa con Claude Debussy, maestro francés del que la OST, bajo la batuta de Antoine Murguir, interpretará "Printemps", "Petit Suite", "Preludio a la siesta de un fauno" y la "Rapsodia para clarinete y orquesta".

La terrible y fascinante historia de "Ayssuragan" es poco conocida, hasta el punto de que va encontrar una caja de resonancia pública en el concierto de esta noche.

"Buscando información sobre la toponimia de La Palma -explica el compositor- descubrí documentos del cronista Abreu Galindo en los que se habla de este suceso. Probablemente se refiere a algún enclave en la cumbre isleña, aunque se desconoce el lugar exacto".

En el plano técnico, argumenta, la obra tiene "mucho contraste", con "secciones muy rítmicas que se contraponen a otras de sonoridades muy complejas tímbricamente" en las que la percusión juega un papel muy importante.

"Recursos como la microtonalidad y el uso extensivo de los armónicos naturales en las cuerdas y trompas dan como resultado sonoridades que se desvían de la afinación temperada a la que estamos acostumbrados y que crean atmósferas de fría y extraña belleza -en palabras del artista-. Todo ello como complemento al canto del clarinete solista, verdadero hilo conductor del discurso musical".

Como sus hermanas de ciclo, "Ayssuragan" es un poema sinfónico pasado por filtros de la matemática y la computación.

Díaz Jerez admite que estos procedimientos son parte de su lenguaje compositivo desde hace ya muchos años: "Son una fuente de inspiración inagotable. Siempre utilizo estos procedimientos como un andamiaje, como un generador de estructura que luego modelo y transformo".

El oyente atraído por el tema puede encontrar la obra demasiado abstracta, pero para Díaz Jerez "un verdadero artista debe ser fiel a sí mismo y expresarse con la máxima honestidad posible. Para mí lo importante en una obra, independiente de la estética en la que esté enmarcada, es que haya un discurso coherente".

Respecto al solista y dedicatario de la obra, el autor no escatima elogios: "Cristo es un artista excepcional, además de un buen amigo y compañero de dúo. He escrito Ayssuragan para él, teniendo muy en cuenta su manera de tocar y su virtuosismo con el clarinete".

Barrios a su vez ha puesto el nombre del compositor al ciclo de piano que se viene celebrando en el Puerto de la Cruz. "Para mí es un honor el que un festival de piano lleve mi nombre -concluye Díaz Jerez-. Pese a las dificultades derivadas de la situación económica, el festival está obteniendo una gran acogida por parte del público y contando con pianistas de un altísimo nivel".

"Desde la música y la amistad"

Para Cristo Barrios, la obra que hoy se estrena "no se gesta desde la música, sino desde la amistad", lazo estrechado por numerosas colaboraciones artísticas realizadas en cinco años. De hecho, "Ayssuragan" está precedida por las "Tres piezas para clarinete y piano", y "Exedrae", interpretadas en escenarios de primer nivel como el Concertgebouw de Amsterdam, Konzerthaus de Viena, Cadogan Hall de Londres y Auditorio Nacional de Madrid. Gracias a estas obras, explica, "Gustavo y yo exploramos las posibilidades del clarinete, especialmente en el campo relacionado con los sonidos multifónicos, es decir, varios sonidos que suenan de manera simultánea, una técnica aún poco explorada en mi instrumento y que abunda en Ayssuragan. Esta -concluye- es una pieza hecha a medida, no sólo en el aspecto técnico sino en el emocional".