El Gobierno de Canarias asumirá, la gestión tributaria de los impuestos cedidos, hasta ahora encomendada a las oficinas liquidadoras a cargo de los registradores de la propiedad.

Según el decreto aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y el de Sucesiones y Donaciones se recaudarán de forma directa por la comunidad autónoma a través de sus oficinas tributarias.

En la práctica, esto supone la desaparición de las oficinas comarcales que atendían a los ciudadanos de forma local y en las que trabajaban unas 200 personas que se encargaban de su gestión.

Estos trabajadores advirtieron al Gobierno de que no tiene capacidad para asumir este trabajo con su personal y, de hecho, este convocó una oferta pública de empleo de 190 plazas a través de la empresa pública Grecasa, lo que contraviene la propia política del Ejecutivo de no hacer contrataciones el año próximo.

Precisamente, fuentes consultadas ayer revelaron que Grecasa ha realizado esta semana diversas entrevistas a personas que forman parte de la citada lista -de la rama administrativa- para que se incorporen de inmediato -2 o 3 de enero- a su plantilla. Así, las funciones hasta ahora desempeñadas en las oficinas liquidadoras por el personal contratado por los registradores de la propiedad, serán desarrolladas por estos empleados y por trabajadores públicos que se trasladarán a la Dirección General de Tributos desde otros departamentos de la comunidad autónoma.

El Ejecutivo regional señaló que con la extinción de la vigente encomienda al colectivo de registradores, el Gobierno prevé un ahorro estimado de, al menos, un 50% del coste actual de gestión de recaudación gracias a la implantación de este nuevo modelo que avanza hacia la próxima creación de la Agencia Tributaria Canaria.