Víctor Bravo tenía "pendiente" una cita con los medios de comunicación. El día anterior al inicio de las vacaciones de Navidad, el entrenador del Tenerife, Álvaro Cervera, dejó clara su postura respecto al jugador, afirmando que no es el tipo de centrocampista que necesita y casi invitándolo a cambiar de equipo en el mercado de enero. El aragonés aclaró a continuación, en su cuenta de twitter, que prefería no responder por respeto al club y a sus compañeros, cuando quedaban horas para el partido de Liga con la RSD Alcalá.

A partir de ahí el jugador no volvió a hablar sobre el asunto en público, a pesar de las numerosas peticiones que recibió de parte de la prensa. Y así permaneció, en silencio, hasta que ayer, tras el primer entrenamiento posterior al descanso invernal, contestó a todas las preguntas que le formularon. Víctor entró en la sala de prensa del Heliodoro Rodríguez López con gesto serio. No era un trago agradable para él. Pero dio la cara. Y lo hizo, entre otras cosas, para advertir que le gustaría continuar en el Tenerife hasta junio y también con el propósito de no avivar la polémica con el entrenador.

Bravo recordó que las declaraciones de Álvaro Cervera se produjeron "hace diez días" y aclaró que no tenía "nada que decir", aunque sí confesó su intención de conversar en privado con el técnico.

El mediocentro no ocultó que le dio "vueltas a la cabeza" durante los días que pasó en Zaragoza, aunque también explicó que trató de "pensar lo menos posible en el fútbol" y compartió su voluntad de hacer borrón y cuenta nueva justo con la entrada en 2013. "Empieza la segunda vuelta y llegan un nuevo año y una nueva vida", señaló dispuesto a revertir su situación en el Tenerife. "Todo futbolista que no juega no se siente bien, pero voy a intentar cambiar las cosas", comentó Víctor, cuya participación se reduce a solo 40 minutos repartidos en dos encuentros.

El dueño del dorsal "20" se puso en el lugar de Álvaro y afirmó que "ningún entrenador se tira piedras contra su propio tejado", de manera que encontró la única explicación a su escaso protagonismo en la elección del técnico de "otros compañeros con los que piensa que puede competir y ganar, y eso hay que respetarlo". Al respecto, agregó que los entrenadores "tienen sus gustos" y, en este caso, se está demostrando que Álvaro ha dirigido sus prioridades hacia otros integrantes de la plantilla. "Entiendo que en estos momentos hay otros jugadores en equipo que, según su criterio, se encuentran en un mejor nivel o encajan mejor en su sistema", dijo.

Con todo esto, reconoció que su estado de ánimo no es el mismo del curso pasado. "A cualquiera le pasaría, pero el fútbol da muchas vueltas y puede pasar que hoy estés arriba y mañana, abajo", opinó Víctor, quien se aferra "al trabajo diario y a la constancia" para no perder la esperanza de tener minutos en lo que resta de campaña.

En consecuencia, mantiene firme su finalidad de seguir en el representativo y dejar pasar de largo el mercado de enero. "Tengo contrato hasta junio y quiero cumplirlo. Quedan meses para darle la vuelta a esta situación", remarcó. Además, advirtió que Cervera no le ha comunicado su deseo de que salga del Tenerife y aseguró que no ha recibido ofertas de otros clubes.

Por último, Bravo agradeció el apoyo que está recibiendo por parte de los aficionados y apuntó igualmente que se siente respetado por los periodistas. "Eso es lo que me más fuerza me da", manifestó.