Desde su cierre por los problemas económicos de la Fundación de Mayores de Canarias (Femac), que incluyó un ERE y afectó también a las sedes de Adeje y Buenavista, la residencia o casa de mayores de La Matanza de Acentejo permanece cerrada. Las instalaciones mantienen un estado aceptable, según el gobierno local, pero se vieron afectadas hace unos días por un pequeño incendio. Lo peor, de todos modos y según subraya el alcalde, Ignacio Rodríguez, es que el municipio y, con ello, la Isla está desperdiciando un equipamiento que hizo mucho bien, creó empleo y que podría retomarse si el Estado apuesta por ello, siempre según la versión del máximo dirigente.

Tras las recientes llamas, y preguntado por EL DÍA, el alcalde recalca que, desde su cierre, ha realizado reiteradas gestiones, sobre todo durante el último año, para intentar convencer al Gobierno central de la conveniencia de reabrir este servicio. Para ello, se ha desplazado a Madrid y ha tratado de convencer al Ministerio de Asuntos Sociales también mediante otros métodos de comunicación de la posibilidad de que el ayuntamiento asuma las dependencias y el servicio, de manera que pueda volver a atender a mayores de toda la Isla.

Esa reapertura permitiría, entre otras cosas, que se pudiesen crear unos 15 empleos, que el consistorio trataría de que beneficiasen a vecinos del pueblo, Trabajadores que atenderían a más de 30 mayores (la última cifra antes del cierre fue de 32), lo que beneficiaría también a sus correspondientes familias. Rodríguez se muestra convencido de que habría fórmulas que harían viable el proyecto y la gestión municipal y, por eso, insiste en la necesidad de que el estado dé vía libre para poder asumir este equipamiento, pese a las actuales dificultades económicas.

En su mejor momento, este centro matancero llegó a tener hasta 25 trabajadores. El cierre por los problemas de la Femac supuso un duro golpe para estas personas, los mayores atendidos y sus familiares que, pese a su lucha, no pudieron evitar la reubicación.