Los españoles dibujan, en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un panorama del país para los próximos cinco años con más pobres, más desigualdades sociales y más tensiones nacionalistas, aunque confían en que de aquí a 2017 disminuya el número de parados.

El barómetro del CIS del mes de diciembre muestra, por otra parte, que la preocupación de la ciudadanía por la corrupción y el fraude se ha disparado y ha alcanzado su mayor porcentaje desde febrero de 1996.

Sigue siendo muy elevado el porcentaje de desempleados que no cree que vaya a encontrar trabajo en el próximo año, el 60,9%, aunque son más optimistas quienes sí tienen trabajo, pues no esperan perderlo en el 68,3% de los casos.

Aunque el paro, los problemas económicos y la clase política siguen encabezando las inquietudes de los españoles, en este sondeo la corrupción da un gran salto y casi duplica su porcentaje anterior (del 9,5% al 17,2%), con lo que se convierte en la cuarta preocupación de los ciudadanos.

Así lo constata esta encuesta, que se hizo entre el 1 y el 15 de diciembre, cuando se produjeron casos como el del entonces diputado del PP Santiago Cervera, imputado por un supuesto chantaje al presidente de Caja Navarra, o la detención del expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

La novedad son las preguntas sobre las expectativas de los ciudadanos a cinco años vista. En ellas se aprecia el pesimismo ciudadano ante las consecuencias que dejará la crisis económica.

El 58,5% augura que habrá más personas sin hogar, el 66,3% vaticina un incremento de las desigualdades sociales, el 64,2% cree que habrá más dificultades para acceder a una vivienda y el 60,4% se espera una bajada en la calidad de la asistencia sanitaria.