Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud del hospital de Can Ruti de Badalona ha elaborado un estudio en el que constatan la reducción de la medida de la cicatriz de los infartos en ratones con células madre de la sangre del cordón umbilical humano, como las que se guardan en bancos de todo el mundo.

El descubrimiento de la capacidad de este tipo de células, denominadas mesenquimales, puede abrir las puertas para su uso "en el tratamiento de enfermedades humanas donde existe un déficit vascular a recuperar", según explicó Santi Roura, investigador principal del estudio del Instituto Germans Trias (Can Ruti), que dirigió el doctor Antoni Bayés-Genís.

Estas enfermedades serían las cardiovasculares con afectación directa al corazón, como el infarto agudo de miocardio o la enfermedad arterial periférica (producida normalmente por arterosclerosis), el ictus o patologías que requieren cirugía vascular.

Además, los resultados obtenidos son una de las primeras pruebas de la utilidad de la sangre de cordón umbilical que se conserva en bancos públicos y privados de todo el mundo para futuros trasplantes, según informaron los investigadores.