Los expedientes de regulación de empleo (ERE) en Canarias aumentaron casi el 50% entre 2011 y 2012, a falta de los datos definitivos de diciembre del año pasado. Así, de 338 procesos cerrados en 2011, la cifra saltó a 493 definitivos en el ejercicio pasado (155 más, 46% más) y el número de afectados se disparó de 5.425 a 7.400 (1.975 más, un 36% más).

Según las estadísticas de la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias, en ese lapso de tiempo hubo un aumento en el número de los dos tipos de ERE entre ambos periodos.

Así, los que pusieron fin a la relación laboral -los extintivos- pasaron de 74 a 91 (definitivos), con un incremento del número de afectados de 1.523 a 1.933, mientras que los de carácter temporal aumentaron de 241 a 402, con un incremento de 3.869 afectados a 5.467.

Con estas cifras en la mano, la directora general de Trabajo, Gloria Gutiérrez, arremete contra la reforma laboral del Gobierno central.

"El Ejecutivo del Estado se valió de la crisis para hacer una reforma ideológica que se cargó los derechos de los trabajadores y que no ayuda a crear empleo, sino que dejó sin voz a los trabajadores y abarató su despido", lamenta al recordar que tras la reforma laboral puesta en marcha hace casi un año su área no puede resolver los ERE, solo tramitarlos. Recibe la petición, pero no puede suspenderlo, sino que solo puede formular advertencias y sugerencias.

En cambio, el secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García, aboga por que los ERE se tramiten de una forma más "clara", sin "intromisiones", ya que "aquí la cuestión no es solo el mercado laboral, sino también la supervivencia de las empresas, que "muchas veces" debería estar por encima "porque una vez que cierras no abres más".

Mientras García sostiene que "no es lo mismo" la "mentalidad y la predisposición al consumo" del que trabaja con una reducción de la jornada y el sueldo al que cobra el paro, el secretario de Empleo de CCOO Canarias, Francisco Pozo, apunta que la reforma laboral ha hecho "mucho daño" en cuanto a los despidos.

"En 2012, el número de ERE subió cerca del 50% en comparación a 2011", lamenta Pozo al afirmar que las empresas "están haciendo su agosto", porque "no hay mecanismo administrativo alguno" que regule estos procedimientos.