El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, disipó la posibilidad de bajar los tipos de interés de nuevo este año al considerar que las condiciones en los mercados financieros han mejorado.

Draghi dijo hoy en rueda de prensa que "la debilidad económica se mantendrá a lo largo de 2013" y que la inflación se situará por debajo del 2 % en la zona del euro.

Previamente el consejo de gobierno del BCE decidió por unanimidad, en su primera reunión del año, mantener la tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0,75 % por "la mejora de las condiciones de los mercados financieros y una estabilización de los indicadores económicos".

Draghi pronosticó que "la debilidad económica se mantendrá en la zona del euro en 2013 " y que "la actividad económica se recuperará a finales de 2013 de forma gradual".

"Todo esto apoya nuestra opinión de que el BCE va a mantener posiblemente los tipos de interés estables en 2013", consideró el economista jefe del Commerzbank, Jörg Kraemer.

El euro subió con fuerza tras las declaraciones de Draghi y superó los 1,32 dólares, frente a los 1,3105 dólares a los que se cambiaba a media jornada de la negociación europea del mercado de divisas.

La tasa de inflación ha bajado en los últimos meses y se prevé que caiga por debajo del 2 %, dijo el presidente del BCE.

"Las presiones inflacionistas deberían permanecer contenidas", apostilló Draghi, quien también dijo: "Las expectativas de inflación permanecen firmemente ancladas en línea con nuestro objetivo de mantener las tasas de inflación por debajo pero cerca del 2 % a medio plazo".

El presidente del BCE enumeró algunos de los segmentos de los mercados financieros donde se ha producido una mejora de las condiciones.

La rentabilidad de la deuda de algunos países y los seguros de impago de deuda (CDS) han bajado significativamente, las bolsas han subido y la volatilidad se sitúa en mínimos, al mismo tiempo que han aumentado los depósitos en los bancos de los países periféricos, explicó Draghi.

Draghi afirmó que el desempleo debería repartirse de forma igual entre la población y no concentrarse tanto entre la gente joven, como ocurre en algunos países de la zona del euro como España.

Añadió que hay razones estructurales que explican los desplazamientos de trabajadores desde zonas donde hay demanda de empleo a otras donde hay oferta.

Draghi explicó que, a diferencia de la Reserva Federal estadounidense (Fed), el mandato del BCE no es conseguir el pleno empleo, sino la estabilidad de precios a medio plazo con lo que la entidad ya contribuye, en su opinión, al crecimiento.

La "consolidación presupuestaria es inevitable" y que algunos países han hecho tanto en este sentido que no se debe volver atrás, a una situación que se ha demostrado insostenible, respondió Draghi en alusión a quienes critican que el ajuste puede frenar el crédito, la recuperación de la actividad económica y la creación de empleo.

"Pregunta a los mercados" espetó Draghi al ser preguntado por la posibilidad de que desaparezca el efecto positivo que tuvo el anuncio de la disposición del BCE de comprar deuda soberana si ningún país solicita la ayuda.

Draghi señaló que algunos bancos de la zona del euro no prestan dinero por "una elevada aversión al riesgo", tanto presente como futuro, relacionado con la recesión, pero afirmó que las condiciones financieras son satisfactorias actualmente, a diferencia de lo que ocurría a comienzos del año pasado.

No obstante, el presidente del BCE consideró que todavía existe una fragmentación en los mercados, lo que hace que las empresas y los hogares de la zona del euro tengan un acceso muy diferente al crédito en los países de la eurozona.

"No se puede descartar completamente una vuelta de la crisis. Esto acabaría con la reciente estabilización de los indicadores de tendencia y podría llevar al BCE a recortar su tasa de interés rectora e implementar una tasa de interés de depósito negativa", advierte el economista jefe del BCE.