La Mesa Mota debería significarse como uno de los referentes paisajísticos del municipio de La Laguna, pero a la vista del estado que presenta su elemento más singular, el edificio que albergó la antigua Sociedad de Tiro de Pichón desde la década de los sesenta del pasado siglo, más bien representa un monumento a la desidia.

Desde 1964, año en el que se paralizaron las obras de construcción del edificio social y el campo de tiro, el inmueble ha visto pasar el tiempo desde la altura de los 734 metros sobre el nivel del mar que coronan la superficie plana donde se asienta.

Y así fue hasta que, en 2001, el Ayuntamiento de La Laguna decidió que había llegado el momento de cambiar la cara de aquel viejo inmueble y convertirlo en un gran complejo, proyecto para el que se diseñó un espacio deportivo, jardín exterior, piscina, aulas, un restaurante, una planta residencial de 19 habitaciones y sala multiusos. Al mismo tiempo se habilitaba un parque periurbano, una zona recreativa con fogones y zonas de ocio.

Las obras, adjudicadas a la empresa FCC, comenzaron en 2002, con un presupuesto de 3 millones que se elevó a 3,6 por añadidos al proyecto, terminando con otro modificado en julio de 2004, hasta que un mes después el ayuntamiento paralizó los trabajos.

Pero la duda se mantenía en el aire: ¿a qué uso se destinaría? El gobierno municipal anunciaba en 2003 que albergaría la sede de una institución oficial, financiada con fondos europeos; se habló de convertirlo en centro de investigación de la Macaronesia; una residencia para deportistas y hasta en área de rehabilitación.

En marzo de 2010, el Cabildo solicitaba al Ayuntamiento de La Laguna la cesión del edificio con la idea de instalar allí la sede del Parque Científico y Tecnológico de Tenerife, pero tras verificar el estado del inmueble, la Corporación insular renunció a la cesión.

Lo cierto es que después de tanto ajetreo, del ir y venir de ideas y proyectos, la Mesa Mota es un monumento a la desidia.

Un destino y un futuro

La Corporación lagunera admite que negocia con varias entidades públicas y privadas el futuro destino de dicho inmueble, de forma que pueda aprovecharse en interés de la ciudadanía, y espera que este año pueda alcanzarse una solución definitiva que compense a todas las partes. Precisamente, el pasado mes de diciembre ya hubo una reunión con una organización sin ánimo de lucro, dedicada a la integración laboral de personas con discapacidad, y este mes de enero hay otra prevista con un colectivo social y juvenil. Respecto a la situación del inmueble, el ayuntamiento indica que, tras los lamentables actos vandálicos y fruto del servicio privado de vigilancia y de las diligencias de las fuerzas de seguridad, ha habido resultados policiales, concretados en un proceso judicial abierto contra los presuntos autores, que, en su caso, habrán de responder sobre los daños patrimoniales ocasionados. El ayuntamiento ha acordado proceder a su reparación de manera paulatina por parte de servicios y recursos municipales. Pintadas, cristales hechos añicos y abandono Las salas, acondicionadas en su día con excelentes materiales, reflejan ahora la imagen de un lugar abandonado a su suerte. Cableado sustraído y techos desfondados El cableado desnudo y los falsos techos desfondados dan constancia del asalto y también de la dejación que ha sufrido este espacio.