"Antes de que empezara el sistema ya me parecía mal, pero después de la experiencia inicial me reafirmo en contra". Así se manifiesta Gumersindo Martín, taxista y directivo de la asociación Teletaxi Isla de Tenerife, respecto a los turnos rotatorios implantado en el sector desde el pasado martes.

"A mí me toca la letra C -apunta-, y esta primera semana salgo de tarde noche. El primer día (el martes) gané 83,50 euros brutos de tres de la tarde a dos y media de la mañana". De esta cantidad, Gumersindo concluye que al bolsillo se llevará "menos de treinta euros, porque hay que descontar el seguro autónomo (255 euros mensuales de media), el combustible -con el gasoil por las nubes-, el seguro del vehículo (1.200 anuales), el cambio de aceite, las retenciones de Hacienda y desde hace poco el IGIC. Sin contar con una posible avería grave".

También hay que analizar la desvalorización del vehículo: "A unos les dura más y a otros menos; depende de múltiples factores. He cambiado un par de veces y el actual ya tiene 16 años". Gumersindo va a aguantar algún tiempo más la jubilación por la crisis: "Este modelo nos quita la libertad de resolver un papeleo por la mañana y trabajar por la tarde o intentar recuperar una media jornada que no haya ido bien".

Este taxista veterano apuesta más por el día de parada semanal: "Creo que no salió mal cuando se puso a prueba. Lo ideal sería incluir también los festivos, además de regular los fines de semana y un solo conductor, asalariado o propietario, por cada unidad".

Todo taxista tiene su anécdota. Así la cuenta: "Traje a una señora de madrugada del aeropuerto del Sur a la calle Pérez Galdós. Cuando llegamos empezó a insultarme porque aquella no era su casa. Acabamos en la Policía y solo después de un rato comprendí que había perdido un vuelo de Lanzarote a Las Palmas y cogió otro, vía Tenerife Sur, en el que no había que salir del avión. Pero ella se bajó y cogió el taxi pensando que estaba en Gran Canaria. Iberia me pagó el viaje de vuelta al Sur".

Gumersindo José Arturo Martín Martín -"con los recortes tendré que quitarme algún nombre"- tiene 64 años y lleva desde 1971 en el sector. Primero en Icod como asalariado y desde inicios de la década de los ochenta del siglo pasado en la capital en calidad de propietario (licencia 750). "Nací en Guía de Isora, vivo en Candelaria y trabajo en Santa Cruz", dice.

J.D.M., S/C de Tenerife

"El sistema hay que analizarlo cuando acabe el período de prueba de dos meses, no a los dos días. Tengo esta semana la letra A, he salido a las cinco y media de la madrugada y me he ido a las tres de la tarde. El primer día gané 59 euros brutos y el segundo (ayer), 75. El lado positivo es que puedo conciliar mi vida familiar con el trabajo". Lo apunta Zeben Pérez, joven taxista de Santa Cruz, en su valoración del sistema de turnos instalado desde el martes en la capital tinerfeña.

"La iniciativa del día de parada semanal -señala- tuvo un éxito relativo y ahora probamos con este modelo".

"El sector -valora Zeben- tiene un exceso de asociaciones, divididas y llenas de rencores. Junto al ayuntamiento, han intentado con la iniciativa de los turnos de doce horas paliar la grave situación económica de los últimos cinco años. Hemos tenido una pérdida de poder adquisitivo que roza el 50% desde la implantación del tranvía y por la temible crisis, sin olvidar el incremento de impuestos o los gastos de combustible".

"Creo que los turnos -valora- permiten organizarte y conciliar la vida familiar. Aunque una jornada de doce horas a 60 o 70 euros, si te cuadra, no es suficiente para cubrir gastos y mantener a tu familia. Cualquier escenario por debajo de diez euros la hora supone pérdidas y así llevamos años. Yo he acabado contento, pero con la situación actual depende mucho del factor suerte. Animo al sector a seguir luchando, porque ser taxista debe ser un orgullo y no una esclavitud".

Zebenzuí establece que "el principal problema es el descontrol del número de licencias en relación a la ratio de habitantes, con un exceso de más de 500. El problema lo ocasionó el ayuntamiento hace años y no ha tenido ni la voluntad ni la fuerza para resolverlo".

El taxista concluyó: "El sector debe acercarse al potencial cliente con campañas publicitarias y una escuela de profesionales para garantizar todos los requisitos técnicos y psicológicos a la hora de prestar un servicio de calidad al usuario, nuestro mayor activo".

Zebenzuí Pérez lleva en el mundo del taxi desde que tenía 19 años. Ahora atesora 31 y hace seis que se convirtió en propietario de un vehículo, que ocupa la licencia número 67 en Santa Cruz. Nacido en La Laguna, intentó hace algún tiempo llevar la bandera de una parte del sector, aunque ahora se mantiene como uno más. Tiene pareja y es padre de una niña pequeña.