La selección española de balonmano tratará de dar hoy (18:00 horas) el primer paso hacia la gran final de Barcelona, el objetivo que se han fijado los de Valero Rivera en la cita mundialista, con un triunfo sobre Argelia en el encuentro inaugural del Campeonato del Mundo, que se celebrará por primera vez en la historia en España.

Esta condición de anfitrión acrecienta todavía más si cabe la condición de favorito del conjunto español, que ya venció a Argelia, vigente subcampeón africano, por 28-20 en el preolímpico disputado el pasado mes de abril en Alicante. Una victoria que el equipo español, bronce en el Mundial de Suecia 2011, intentará repetir hoy en la Caja Mágica de Madrid, sede del Grupo D, en el que militan además de españoles y argelinos las selecciones de Egipto, Australia, Hungría y Croacia.

Para ello, la selección española deberá mostrar en ataque la misma paciencia que demostró en Alicante, donde los de Valero Rivera tuvieron siempre la necesidad necesaria para superar la agresiva y profundísima defensa del conjunto norteafricano. En esta tarea tendrá un papel fundamental el central Daniel Sarmiento, que además de suministrar balones a los efectivos jugadores de segunda línea del conjunto español, deberá aprovechar su extraordinaria capacidad de penetración para superar la defensa 3-2-1 argelina.

España deberá completar este trabajo ofensivo en defensa, donde la selección tendrá como principal objetivo anular al cañonero Messaoud Berkous y, sobre todo, al pivote Mohamed Mokrani, los dos jugadores más peligrosos del conjunto africano. Para ello, el técnico español podría volver a apostar por la defensa individual que ya dispuso sobre Berkous, poseedor de un durísimo lanzamiento, en el preolímpico, pese al excelente rendimiento del tradicional 6-0 en el Memorial Domingo Bárcenas disputado en Madrid.

Esta defensa permitiría controlar con más facilidad los inteligentes movimientos del pivote Mohamed Mokrani, que llegó a disputar cinco encuentros con la todopoderosa selección francesa, antes de decantarse antes del Mundial 2011 por representar al equipo de sus antepasados. A esa pareja hay que añadir la presencia del exjugador del Academia Octavio, el lateral Sassi Boultif, otro de los pilares del conjunto argelino, que llega renqueante al Mundial, tras permanecer casi dos meses de baja a causa de una operación en un ojo.

La suerte está echada.